La plataforma de streaming Netflix estrenó una serie española llamada «Jaguar», con la participación de un reparto de actores de la escena como Blanca Suárez, Iván Marcos, entre otros. La trama mezcla la ficción y la realidad histórica con un estilo similar a la serie “Hunters” del director Jordan Peele presentado en la plataforma «Amazon Prime» y a la película “Inglorious Basterds” de Quentin Tarantino. Jaguar también utiliza un poco de contenido violento casi gore, sin llegar a las otras producciones mencionadas.
Isabel Riaza Chacón (Blanca Martínez) es una joven buscando vengar el asesinato de su padre en manos de un oficial de las SS nazis mientras eran dirigidos de la deportación hacia el campo de concentración de Mauthausen en la Austria ocupada y anexada por el gobierno de la época.
La sed de venganza de Isabel la lleva a intentar asesinar al criminal que mató a su padre cuando es interceptada por un grupo de «vengadores» encabezados por Lucena (Iván Marcos), seguido de Miguel Castro (Óscar Casas), “Sordo” (Adrián Lastra) y Marsé (Francesc Garrido) quienes buscan que sea la justicia internacional los que se encarguen de condenar a los criminales y no la mano del hombre, pese a esto el grupo actúa a sangre fría cuando lo ven necesario.
Otto Bachmann (interpretado por Stefan Weinert), es el hombre del cual Isabel quiere cobrarse la sangre de su padre. Este personaje es un nombre ficticio utilizado durante la trama sin asidero en la historia real; así como otros, aunque curiosamente (pero no accidentalmente) coincidiría con un personaje real de nombre Otto Skorzeny apodado “el hombre más peligroso de Europa”.
Bachmann se movía con facilidad dentro de la España franquista, dejando en evidencia como ya se ha hecho en otros escritos y artículos que bajo el régimen del caudillo hubo ocultación de criminales nazis quienes incluso llegaron a obtener la nacionalidad española para evitar deportaciones y condenas por sus crímenes de guerra (Barreira, 2018).
Regresando a la serie española, a diferencia de la película de Tarantino o de la serie de Peele, en Jaguar los cazadores de nazis no son judíos, sino más bien republicanos españoles quienes también fueron víctimas del fascismo europeo, como prisioneros políticos.
En cuanto a lo anterior, se calcula que al menos 9.161 republicanos fueron prisioneros en los campos de concentración y exterminio, la mayoría deportados desde Francia donde se refugiaban tras perder la guerra civil española (1936 – 1939). Se encontraban en zonas como Argelès-sur-mer, Le Vernet d’Ariège o Barcarès, entre otros cuando fueron capturados (Pané, 2021).
Una vez capturados, fueron enviados a distintos campos incluyendo el campo austriaco de Mauthausen, que concentraba a la mayoría de los prisioneros españoles republicanos. Los marcaron en sus ropas con un triángulo azul símbolo de los “apátridas” pero diferenciados con una “S” en alusión a “Spanier” (españoles). Junto a este campo se sumarían Buchenwald (Alemania), Dachau (Alemania) y Auschwitz (Polonia ocupada), donde también serían enviados algunos prisioneros españoles (Antón, 2019).
De los españoles republicanos deportados al menos 5.166 habrían muerto ejecutados o víctimas de los campos de concentración, hubo cerca de 3.539 sobrevivientes y se desconoce el paradero de los otros 456 no incluidos en lista por lo que en ocasiones se suman a las víctimas de la barbarie nazi.
Entre los cazadores nazis no señalan a españoles republicanos haciendo esta labor tan trascendental en la persecución de criminales para llevarlos ante la justicia internacional, como lo señala la historia ficticia de la serie, lo más cercano fueron los españoles que se resistieron contra los nazis en algunos lugares, incluyendo tres que se rememoran de manera especial que formaron parte de la Novena Compañía de la II División de Leclerc francesa que liberaron París en 1944 (Viana, 2010).
Durante la serie se menciona al Doctor Aribert Heim (Jochen Horst), personaje que sí existió realmente y estuvo involucrado en atrocidades contra prisioneros principalmente en el campo de Mauthausen.
Fue apodado el “Doctor Muerte” o el “Carnicero de Mauthausen”, se le señalaba como responsable de torturar y matar reclusos con diferentes métodos de “investigación científica”, por ejemplo, la inyección de compuestos tóxicos en los corazones de las víctimas para ver su reacción y el tiempo de sufrimiento hasta sus muertes (RTVE, 2008).
En la persecución contra Otto Bachmann en “Jaguar”, descubren que un “peso pesado” del régimen nazi estaría necesitando ayuda para huir hacia Egipto y salvarse de la ley internacional. Este criminal de alto rango sería Heim, quien finalmente es atrapado durante una persecución y probablemente puesto a las órdenes de la justicia, algo que al final de esta primera temporada no se llega a determinar porque queda abierta la trama para extenderse al menos una temporada más.
Sin embargo, en la vida real, Aribert Heim nunca fue capturado, sino que se especula sobre su paradero en distintas hipótesis; ninguna similar a lo presentado por los “jaguares”. El primero y que tiene mucho eco es que haya logrado huir a Egipto y vivir bajo la identidad de Tarek Farid Hussein hasta su supuesta muerte en 1992.
La segunda teoría señalaría que en una operación denominada “Búho” fue asesinado por un comando de caza nazi en Santa Catalina, California. Y la tercera mencionaría que huyó hacia el Sur de América como lo hicieron otros criminales de guerra incluyendo Eichmann que fue secuestrado por MOSSAD mientras se encontraba escondido en la Argentina.
Heim podría haber estado oculto en la Patagonia ya que su hija Waltraud Heim vive en Puerto Montt en el sur chileno, sin embargo, esta última teoría no fue confirmada. Entre los prisioneros españoles le apodaban el “banderillero” por su sanguinaria práctica de experimentar con inyecciones letales sobre prisioneros.
La serie pese a ser ficción, se inspira en la historia levemente, como hacer la válida crítica a la protección del régimen franquista sobre criminales de la Segunda Guerra Mundial o la mención de la labor que hicieron los cazadores de nazis alrededor del mundo para atraparlos y hacerlos pagar con sus crímenes, con algunas capturas incluso dignas de películas de Hollywood.
Esta mezcla entre ficción, historia y un poco de espíritu “gore”, genera atractivo entre los consumidores de series y películas de este género, pero preocupa a quienes se apegan al rigor histórico que este tipo de producciones causen ideas históricas erróneas entre los espectadores; principalmente aquellos que no tienen mucho conocimiento histórico y terminen pensando que está basada en los hechos tal cual ocurrieron, cuando en verdad se trata de una exageración cinematográfica y la presentación de una realidad alterna que nunca sucedió.
La serie como tal es “vistosa” y entretenida, no tiene tampoco mayores sobresaltos, pero personalmente despertó el interés en aprender más sobre el destino de estas víctimas políticas del fascismo europeo. Grupos que además destacaron en algunos casos en su resistencia ante el totalitarismo de estos países y que también destacan en historias de heroísmo contra los opresores.
Esta parte de la historia señalada en la ficción de la plataforma Netflix genera profundizar aún más en los estudios paralelos sobre la Segunda Guerra Mundial y la Shoah (Holocausto) que junto a su atroz ensañamiento contra la población judía de Europa y los “roma” (gitanos), persiguieron, encarcelaron, etiquetaron y exterminaron a opositores políticos. Entre estos socialistas, republicanos españoles, Testigos de Jehová, presos políticos, presos “comunes”, personas con problemas mentales, “vagabundos”, lesbianas y homosexuales, con destinos distintos en algunos casos, pero compartiendo en muchos la atrocidad y el odio irracional ese oscuro momento histórico.
por Lic. Bryan Acuña Obando
07/10/2021 en AURORA
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