MITO:
«Israel es militarmente superior a sus vecinos árabes en todas las áreas y tiene los medios de mantener su ventaja cualitativa sin ayuda».
«Israel es militarmente superior a sus vecinos árabes en todas las áreas y tiene los medios de mantener su ventaja cualitativa sin ayuda».
REALIDAD:
El margen de ventaja cualitativa de Israel ha declinado en la medida en que los estados árabes y musulmanes adquieren cada vez más armas convencionales y no convencionales sofisticadas. De hecho, y pese a sus promesas de lo contrario, Estados Unidos está permitiendo que la ventaja cualitativa de Israel se disipe. En algunos casos, el traspaso de armas norteamericanas a los árabes es la causa de esa erosión.
El ejército permanente de Israel es más pequeño que los de Egipto, Irak, Irán y Siria. Aun contando con las reservas, a Israel lo superan en número de soldados los tres primeros. Además, es probable que Israel tenga una combinación de enemigos, como ha tenido en cada una de sus guerras anteriores; tomada en conjunto, virtualmente cualquier combinación de probables oponentes sería superior en hombres, tanques y aviones.
Durante la década del 90, los estados árabes e Irán importaron más de $180.000 millones de las armas más sofisticadas y de la infraestructura militar disponible tanto de Occidente como del bloque oriental. Siguen gastando aproximadamente $30.000 millones anuales en sus fuerzas armadas.
Varios de los mayores importadores de armamentos del mundo han sido naciones árabes en estado de guerra con Israel: Irak, Siria, Arabia Saudita y Libia. Mientras Israel gasta aproximadamente $9.000 millones en defensa, Arabia Saudita sola gasta más de $20.000 millones.
Además de la cantidad de armamentos en términos absolutos, estos estados también compran y producen un creciente número de armas no convencionales.
La fabricación de armas químicas y bacteriológicas, combinada con la búsqueda de una capacidad nuclear, hace la posición estratégica de Israel más precaria.
Más allá de la amenaza a la seguridad, esta acumulación masiva de armamentos exige que Israel dedique una sexta parte de su INB a la defensa. Sin embargo, aún este elevado nivel de gasto resulta insuficiente para equilibrar la amenaza árabe, en tanto las restricciones presupuestarias han obligado a Israel a hacer reducciones substanciales en sus asignaciones de defensa. Las ventas de armamentos a los árabes han aumentado significativamente el costo de Israel en el mantenimiento de su propia defensa, exacerbando el desgaste de la economía de Israel.
Fuente:
Extracto del libro Mitos y Realidades de la Jewish Virtual Library.
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