Varios soldados rusos se han negado a combatir en Siria, adonde el Ministerio de Defensa tendría previsto enviarles en breve en una misión secreta, según informó el diario digital Gazeta.ru.
"Pensamos que nos enviaban a Donbass (este de Ucrania) y ocurre que es a Siria. No queremos ir a Siria. No queremos morir allí", dijo Alexéi, uno de los soldados profesionales destinados en una unidad militar en el puerto de Novorossiisk (mar Negro).
Los soldados aseguran que, aunque ningún oficial mencionó al principio que su destino sea Siria, sus superiores les advirtieron de que serían desplegados en un país donde hace mucho calor y hay muchas serpientes, y les instruyeron sobre cómo comportarse en caso de ser apresados.
"Nos hablaron sobre el reforzamiento de las bases aéreas en Siria. Uno de los que trabajan en el puerto dijo que los nuestros llevan ya cuatro meses combatiendo sobre el terreno", indicó uno de los militares profesionales.
El pasado 16 de septiembre un representante del Estado Mayor les reveló que la compañía sería enviada al puerto sirio de Latakia -uno de los bastiones de las fuerzas del régimen del presidente sirio, Bashar Al Asaad-, no descartó que tuvieran que participar en acciones de combate y adelantó que partirían al día siguiente en barco.
Según Gazeta.ru, la compañía nunca fue enviada a Siria, ya que ese mismo día los soldados acudieron a la fiscalía militar, aunque esta se negó a tramitar su solicitud, advirtiéndoles sobre el castigo que les espera por negarse a cumplir una orden.
La madre de uno de los soldados denunció que el Ministerio de Defensa presiona a las familias para que guarden el secreto sobre el destino de sus hijos, bajo la amenaza de quedarse sin compensación en caso de que este muera en combate.
"¿Por qué envían a la gente allí, como ganado al matadero? Nosotros no estamos en guerra. Ni nos han preguntado si estamos de acuerdo. No han tenido en cuenta el estado de salud. Y en Siria las condiciones climatológicas son extremas (...) Que vaya (el ministro ruso de Defensa, Serguéi) Shoigu", dijo una de las madres.
El abogado Iván Pavlov da la razón a los soldados al asegurar que estos deben recibir una notificación por escrito sobre su nuevo destino o misión, documento que debe incluir las garantías sociales en caso de fallecimiento.
"Les envían sin orden de por medio. Eso significa que si mueren, entonces: 'No estaban allí'. Si no estaban. ¿De qué pagos en caso de muerte o baja estamos hablando? En caso de que caigan presos, entonces para sus familiares será una auténtica pesadilla", agregó por su parte Anna Kashírtseva, activista que vela por los derechos de los soldados.
Según la prensa rusa, Rusia ya ha movilizado a fuerzas especiales para proteger las instalaciones del centro de mantenimiento en el puerto sirio de Tartus y para evacuar a los rusos residentes en Siria, en caso de necesidad.
Mientras, Moscú está habilitando aeródromos en territorio sirio en previsión de una intervención militar rusa, además de haber enviado tanques y todo tipo de armamento pesado.
Los expertos rusos aseguran que, a diferencia del caso de Crimea, el presidente ruso, Vladímir Putin, no tendría que solicitar permiso al Parlamento, ya que existe un acuerdo bilateral de amistad y cooperación entre Rusia y Siria.
De hecho, el Kremlin aseguró que se plantearía intervenir en el país árabe si así lo solicita el régimen de Bashar al Assad, que actualmente controla menos de un tercio del territorio nacional. EFE
20/09/2015 en AURORA DIGITAL.
http://www.aurora-israel.co.il/articulos/israel/Newsletter/67242/?utm_source=Noticias+diarias+News+Domingo-TEA&utm_medium=20-09-2015%202da%20edic
"Pensamos que nos enviaban a Donbass (este de Ucrania) y ocurre que es a Siria. No queremos ir a Siria. No queremos morir allí", dijo Alexéi, uno de los soldados profesionales destinados en una unidad militar en el puerto de Novorossiisk (mar Negro).
Los soldados aseguran que, aunque ningún oficial mencionó al principio que su destino sea Siria, sus superiores les advirtieron de que serían desplegados en un país donde hace mucho calor y hay muchas serpientes, y les instruyeron sobre cómo comportarse en caso de ser apresados.
"Nos hablaron sobre el reforzamiento de las bases aéreas en Siria. Uno de los que trabajan en el puerto dijo que los nuestros llevan ya cuatro meses combatiendo sobre el terreno", indicó uno de los militares profesionales.
El pasado 16 de septiembre un representante del Estado Mayor les reveló que la compañía sería enviada al puerto sirio de Latakia -uno de los bastiones de las fuerzas del régimen del presidente sirio, Bashar Al Asaad-, no descartó que tuvieran que participar en acciones de combate y adelantó que partirían al día siguiente en barco.
Según Gazeta.ru, la compañía nunca fue enviada a Siria, ya que ese mismo día los soldados acudieron a la fiscalía militar, aunque esta se negó a tramitar su solicitud, advirtiéndoles sobre el castigo que les espera por negarse a cumplir una orden.
La madre de uno de los soldados denunció que el Ministerio de Defensa presiona a las familias para que guarden el secreto sobre el destino de sus hijos, bajo la amenaza de quedarse sin compensación en caso de que este muera en combate.
"¿Por qué envían a la gente allí, como ganado al matadero? Nosotros no estamos en guerra. Ni nos han preguntado si estamos de acuerdo. No han tenido en cuenta el estado de salud. Y en Siria las condiciones climatológicas son extremas (...) Que vaya (el ministro ruso de Defensa, Serguéi) Shoigu", dijo una de las madres.
El abogado Iván Pavlov da la razón a los soldados al asegurar que estos deben recibir una notificación por escrito sobre su nuevo destino o misión, documento que debe incluir las garantías sociales en caso de fallecimiento.
"Les envían sin orden de por medio. Eso significa que si mueren, entonces: 'No estaban allí'. Si no estaban. ¿De qué pagos en caso de muerte o baja estamos hablando? En caso de que caigan presos, entonces para sus familiares será una auténtica pesadilla", agregó por su parte Anna Kashírtseva, activista que vela por los derechos de los soldados.
Según la prensa rusa, Rusia ya ha movilizado a fuerzas especiales para proteger las instalaciones del centro de mantenimiento en el puerto sirio de Tartus y para evacuar a los rusos residentes en Siria, en caso de necesidad.
Mientras, Moscú está habilitando aeródromos en territorio sirio en previsión de una intervención militar rusa, además de haber enviado tanques y todo tipo de armamento pesado.
Los expertos rusos aseguran que, a diferencia del caso de Crimea, el presidente ruso, Vladímir Putin, no tendría que solicitar permiso al Parlamento, ya que existe un acuerdo bilateral de amistad y cooperación entre Rusia y Siria.
De hecho, el Kremlin aseguró que se plantearía intervenir en el país árabe si así lo solicita el régimen de Bashar al Assad, que actualmente controla menos de un tercio del territorio nacional. EFE
20/09/2015 en AURORA DIGITAL.
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