miércoles, 3 de diciembre de 2014

Netanyahu culpa a Livni y Lapid por el colapso del Gobierno.

El primer ministro, Biniamín Netanyahu, acusó públicamente a los destituidos ministros de Justicia y de Finanzas, Tzipi Livni y Yair Lapid, de la grave crisis del Gobierno y de la necesidad de convocar elecciones anticipadas a tan sólo dos años de las anteriores.

"Livni es la última que puede acusarme de irresponsabilidad (...) y Lapid ha fracasado en la dirección de la economía", dijo Netanyahu en Jerusalén tras cesar a sus ministros después de varios meses de crisis política.

En un mensaje dirigido a la ciudadanía con elocuentes eslóganes electorales, agregó que "no puede dirigir más el Gobierno" en las actuales circunstancias y que los retos por delante lo obligan a buscar una reestructuración.

"Es difícil hacer todo lo que hay que hacer por el bienestar de los ciudadanos con esta coalición", explicó al quejarse de que fue necesario formarla "porque el Likud (su partido) no obtuvo suficientes escaños" en las elecciones de febrero de 2013.

Y criticó que ambos ministros torpedearon las tres políticas más importantes de su Gobierno: luchar contra el programa nuclear de Irán, conseguir que los palestinos reconozcan a Israel como Estado judío y seguir construyendo en Jerusalén.

"No toleraré más oposición desde dentro del Gobierno (...) Los ciudadanos se merecen un Gobierno nuevo, estable y amplio", subrayó, para anunciar que pedirá a la Kneset (Parlamento) unas "elecciones rápidas" para conseguir "la confianza del pueblo".

"Para eso se necesita un partido gobernante fuerte", puntualizó sobre el complejo sistema electoral nacional, que impide que un partido obtenga una mayoría suficiente como para gobernar de forma estable.

Hoy, el Parlamento aprobará en lectura preliminar la ley de disolución de la legislatura y el adelanto de las elecciones, que puede ser aprobada definitivamente el lunes de la semana siguiente, informó el Canal 10 de la televisión local.

Según las estimaciones, las elecciones se celebrarán el próximo mes de marzo o, a más tardar, a principios de abril.

Una encuesta del Canal 10 reveló que los ciudadanos no entienden realmente que es lo que ha provocado la crisis política y si hay una verdadera necesidad de acudir a unas elecciones que costarán al erario público más de 2.000 millones de shékels (415 millones de euros o 512 millones de dólares).

Así lo manifestó el 51 por ciento los encuestados, mientras que el 29 por ciento se pronunció a favor de acudir a las urnas y el 20 no tenía opinión sobre el tema.

Netanyahu, según el sondeo, volvería a ganar las elecciones por tercera vez consecutiva, pero con apenas 22 escaños, que no le ayudarían a la hora de contar con una coalición estable.

El principal beneficiado sería el nacionalista religioso Naftalí Bennet, líder del partido Habait Heihudí (Hogar Judío), que subiría de sus actuales 12 a 17 escaños, y se convertiría en el principal socio en una futura coalición parlamentaria.

"Es muy pronto, todo puede cambiar aún", advirtió el estadístico Kamil Fuchs, autor del sondeo, que prevé un sonado desplome del partido de Lapid, de 19 a 9 escaños. EFE y Aurora.




03/12/2014 en AURORA DIGITAL.
http://www.aurora-israel.co.il/articulos/israel/Newsletter/61664/?utm_source=Noticias+diarias+Miercoles-TEA&utm_medium=03-12-2014%202da%20edic


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