Jared Kushner Foto: Lori Berkowit Wikipedia CC BY 2.0
Jared Kushner es el principal interlocutor de México en el Gobierno de Donald Trump y el encargado de buscar la paz en Oriente Próximo, pero ha perdido su acceso a la información de alto secreto del Gobierno estadounidense y, con ello, parte de ese amplio poder diplomático, según expertos.
El yerno y asesor de Trump ha sido durante más de un año una de las figuras más poderosas de la Casa Blanca, responsable de una amplia cartera de temas que incluían varias prioridades internacionales, lo que le otorgó un papel de liderazgo en la relación con México, Israel, China y Arabia Saudita.
Pero el estatus de Kushner en la Casa Blanca ha cambiado en cuestión de semanas, después de que los medios de comunicación revelaran que hacía su trabajo gracias a un permiso temporal de acceso a información de alto secreto.
El marido de Ivanka Trump, de 37 años, no había logrado un permiso permanente porque el FBI no había completado una investigación sobre sus antecedentes, según varios medios.
Eso desató especulaciones sobre la posibilidad de que algo turbio en el pasado de Kushner estuviera retrasando la investigación y pudiera exponerle a un chantaje, que pondría en peligro la información confidencial que conoce.
Para zanjar la polémica, el jefe de gabinete de la Casa Blanca, John Kelly, ordenó este mes acabar con ese sistema de acceso a datos secretos mediante permisos temporales, que beneficiaba a un centenar de empleados de la residencia presidencial.
Como consecuencia, Kushner vio degradado de “alto secreto” a “secreto” su permiso de información confidencial, lo que veta su acceso a la inteligencia más delicada del Gobierno estadounidense y le priva de ver el informe diario que las agencias de espionaje del país preparan para Trump.
Kelly aseguró en un comunicado la semana pasada que el cambio no impedirá que Kushner continúe con sus actividades diplomáticas.
“Como le dije hace días a Jared, tengo una completa confianza en su capacidad de seguir desempeñando su papel en sus tareas de política exterior, incluida su supervisión de nuestro esfuerzo de paz entre israelíes y palestinos y la parte integral que supone en nuestra relación con México”, afirmó el jefe de gabinete.
Pero muchos de quienes conocen el funcionamiento de la Casa Blanca no creen que Kushner pueda seguir desempeñando un papel tan destacado en el ámbito internacional sin acceder a los secretos mejor guardados del Gobierno estadounidense.
“Ahora no puede enterarse de ciertas cosas, y eso es un verdadero lastre cuando los servicios de inteligencia son responsables de mucha de la información” sobre las relaciones exteriores, dijo Aaron David Miller, que trabajó en el esfuerzo de paz en Oriente Medio del Gobierno de Bill Clinton (1993-2001), al diario The New York Times.
“Es imposible hacer el papel de negociador jefe o representante principal de Estados Unidos” sin acceso a datos de “alto secreto”, escribió Jen Psaki, que fue directora de comunicación de la Casa Blanca y portavoz del Departamento de Estado en el Gobierno de Barack Obama, en la página web de la cadena CNN.
Quienes aún tienen acceso a esos datos de “alto secreto” deberán cuidarse a partir de ahora de no revelar esa información a Kushner si no quieren exponerse a una pena de hasta 10 años de prisión.
Las cosas se complicaron aún más cuando el diario The Washington Post afirmó que los gobiernos de México, Israel, China y Emiratos Árabes Unidos (EAU) han debatido de forma interna en sus respectivas capitales sobre cómo “manipular” al yerno de Trump, aprovechando su falta de experiencia en política exterior.
Eso ha empeorado la imagen en Washington de Kushner, que ha sido el principal punto de contacto del canciller mexicano, Luis Videgaray, en sus frecuentes visitas a la capital estadounidense y ha establecido otras relaciones importantes con líderes extranjeros, como el príncipe heredero saudita, Mohamed bin Salman.
Según el Washington Post, Kelly está incómodo con el doble papel que Kushner y su esposa tienen como familia y asesores de Trump, algo que genera conflictos de interés como el que surgió esta semana, cuando Ivanka dijo en una entrevista que no era “apropiado” preguntarle por los supuestos abusos sexuales de su padre.
Pero no está claro que los problemas de Kushner convenzan a Trump de apartarle de sus responsabilidades diplomáticas o de su papel privilegiado en el Ala Oeste.
“La familia es lo primero para Trump, siempre. Y Jared es familia”, opinó el analista Chris Cilizza para la cadena CNN. EFE
01/03/2018 en AURORA DIGITAL
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