miércoles, 22 de septiembre de 2021

Editor de diario saudita: Al igual que su predecesor, el nuevo gobierno en el Líbano perpetúa la hegemonía de Hezbolá sobre el país. Arabia Saudita no brindará ningún tipo de asistencia

Khalid bin Hamad Al-Malik Foto Albayan.ae

En un artículo publicado el 12 de septiembre, 2021 Khalid bin Hamad Al-Malik, editor del diario saudita Al-Jazirah, responde a la noticia de que finalmente se ha establecido un nuevo gobierno en el Líbano, encabezado por el primer ministro Najib Mikati, luego de más de un año de sucederse la explosión del puerto de Beirut durante el cual el país no tuvo un gobierno operacional. Al-Malik escribe que no se deben depositar esperanzas en este gobierno, ya que no es nada probable que este libere al Líbano de su infinidad de problemas, especialmente los relacionados a la crisis económica que ha llevado al país al punto del colapso. 

Al-Malik agrega que este gobierno, el cual fue aprobado por Irán, será como sus predecesores porque perpetúa la hegemonía de Irán y de Hezbolá sobre el país. El Líbano no podrá revivir, Al-Malik argumenta, mientras se encuentre controlado por Hezbolá y sus aliados: el presidente Michel ‘Aoun y el Movimiento Patriótico Libre, encabezado por su yerno Gebran Bassil. En respuesta al llamado de Makati para que los países árabes acudan en ayuda al Líbano, Al-Malik afirma que Arabia Saudita y los estados del Golfo no son productos que proveen ganancias constantes y no ayudarán al Líbano mientras Hezbolá continúe controlándolo y actuando contra ellos, especialmente contra la propia Arabia Saudita. 

Este insta al gobierno de Mikati a hacer retornar al Líbano al manto de la nación árabe y poner fin a la interferencia iraní en sus asuntos y al control del país que ejerce Hezbolá sobre este.

Khalid bin Hamad Al-Malik (Fuente: Twitter.com/1khalid_almalik)

Lo siguiente son extractos traducidos del artículo de Al-Malik:[1]

“Al final de una larga espera, finalmente ha sido anunciado un nuevo gobierno libanés, integrado por 24 ministros… El nuevo gobierno fue formado luego que los iraníes le dieran luz verde y perpetúa al control de Hezbolá sobre los centros de toma de decisiones del Líbano, tal como señaló el líder del Partido Kataeb Sami Al-Gemayel.

“La pregunta es si el acuerdo sobre un nuevo gobierno significa que la crisis en el Líbano ha terminado y que el país ha salido ahora del oscuro túnel y de la parálisis, que ha estado acompañada de hambre, desempleo, corrupción y malversación de fondos y al hábito de los partidos políticos de competir para frustrar el plan propuesto de evitar que el Líbano se deslice en dirección al infierno. A nuestra manera de ver las cosas, la respuesta es que el futuro del Líbano está en manos del diablo, es decir, Hezbolá, junto al presidente libanés Michel ‘Aoun y el Movimiento Patriótico Libre, encabezado por el ex-canciller Gebran Bassil.

“El Líbano no volverá a la vida mientras Michel ‘Aoun, el secretario general de Hezbolá, Hassan Nasrallah y el líder del Movimiento Patriótico Libre Gebran Bassil mantengan las riendas del poder, incluso si el nuevo gobierno fuese formado tras concesiones hechas por el primer ministro Mikati y el propio presidente ‘Aoun. También se dice que el presidente ‘Aoun se ha asegurado a sí mismo un tercio del bloqueo, aunque solo sea indirectamente…[2]

“El primer ministro libanés Mikati habla sobre el Líbano como parte del mundo árabe y dice que actualmente necesita la ayuda de sus hermanos árabes, como si los países árabes fuesen solo productos que proveen ingresos constantes cuyo papel en el Líbano se limita a proveer fondos sin que el Líbano tenga que promulgar ningún tipo de reforma y ??mientras Hezbolá continúa conduciéndolo hacia conspiraciones en contra de sus países árabes hermanos.

“Cuando el primer ministro libanés dice que sus hermanos árabes deben ayudar al Líbano, este muy probablemente se refiera a Arabia Saudita, Kuwait, los Emiratos Árabes Unidos y Qatar, en los que Líbano ha confiado en gran medida en el pasado para resolver sus problemas económicos y financieros. Pero esta vez no sucederá así, a menos que el nuevo gobierno demuestre que Hezbolá ha detenido sus conspiraciones contra estos países, especialmente contra Arabia Saudita.

“Mientras Irán continúe dirigiendo a Hezbolá y vea a Beirut como una de sus capitales y mientras Hassan Nasrallah no se abstenga de insultar al reino saudita en sus discursos e interferir en los asuntos del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) confirman al incitar a algunos de sus ciudadanos a fomentar el caos y socavar su seguridad, yo no creo que el llamado de Mikati sea escuchado, incluso si dice que el Líbano necesita de los países árabes y pertenece al manto árabe.

“Estados Unidos y el bloque europeo, especialmente Francia, expresaron interés en el tema libanés y prometieron apoyar al Líbano y aliviar la carga económica de sus ciudadanos si se establece un gobierno y si este comienza a promulgar reformas. Pero queda por ver qué harán realmente estos países para ayudar al Líbano, ya que estos tienden a ayudarlo con muchas palabras pero con muy poco dinero, dejando la verdadera asistencia a los estados del Golfo…

“En cuanto a Irán, este no cambiará su postura de conspirar en contra del Líbano y frustrar todas las iniciativas para sacarlo de su condición. Teherán continuará extendiendo una asistencia significativa a Hezbolá, por lo que cumplirá su papel de implementar la política iraní de fomentar el caos y la inestabilidad en el Líbano y en otros países de la región árabe. Este es el desafío al que se enfrenta Mikati ahora, tal como lo enfrentaron sus predecesores antes que él.

“Hablando sobre Hezbolá, recuerden que, habiendo fracasado en su intento por conseguir la ayuda de sus partidarios chiitas en el Golfo, el arma que ahora emplea contra los estados del Golfo es el contrabando de drogas en su territorio en un intento por perjudicar a sus pueblos. Cuando el reino saudita prohibió la importación de bienes libaneses y se impusieron limitaciones a esta maldita organización Hezbolá,[3] este comenzó a contrabandear drogas a través de otros elementos, aunque no logró sus objetivos ni siquiera a través de ejercer esta despreciable actividad.

“Lo que el gobierno de Najib Mikati debe hacer, si es que puede, es evitar que Hezbolá frustre los objetivos de hacer retornar el Líbano al manto árabe, poner fin a la interferencia iraní en los asuntos del Líbano y terminar con al control que ejerce Hezbolá sobre el gobierno…

“Mikati y los miembros de su gobierno… son responsables de exponer quién fue el que estuvo detrás del estallido en el puerto de Beirut ocurrido en agosto, 2020 sin ningún tipo de demora y sin eludir su responsabilidad ni culpar a cualquier elemento desconocido…

“Finalmente, yo me pregunto qué hará Mikati con las crisis de electricidad, combustible, medicinas y de desempleo, con el tema de la explosión en el puerto de Beirut y la ya desenfrenada corrupción en el país y con el tema del dinero contrabandeado de los bancos. Yo me pregunto el cómo actuará para mejorar las relaciones con los países árabes y liberar al país del control e influencia que ejerce Irán y la forma en que manejará a Hezbolá, considerando cuánto ha crecido su poderío militar a expensas de los aparatos militares y de seguridad libaneses. Yo me pregunto el cómo manejará todos los demás desafíos que no tienen ni principio ni fin».

[1] Al-Jazirah (Arabia Saudita), 12 de septiembre, 2021.

[2] La referencia es al hecho de que más de un tercio de los ministros del gobierno son leales a ‘Aoun, lo que les otorga el poder de vetar sobre las decisiones gubernamentales más importantes.

[3] Para obtener más información, consulte la serie de MEMRI Investigación y Análisis No. 1573 – Acusaciones por parte de sauditas y libanesas: Hezbolá opera una red para el contrabando de drogas hacia Arabia Saudita y la región; este ha convertido al Líbano en una base para la exportación de drogas y el terrorismo, 28 de abril, 2021.

Fuente: MEMRI.org


19/09/2021 en POR ISRAEL




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