En una visita a su gran aliado, Rusia, hecha pública solo un día después, el sirio y el presidente ruso conversan sobre la cooperación entre sus ejércitos.
El presidente ruso, Vladímir Putin, conversa con su homólogo sirio, Bachar el Asad en Moscú, el lunes. SPUTNIK / REUTERS
El presidente ruso, Vladímir Putin, recibió el lunes a su homólogo sirio, Bachar el Asad, en Moscú. La visita, que solo ha sido hecha pública este martes, es la primera del líder sirio a su gran aliada, Rusia, desde 2018, cuando viajó a Sochi, y la primera en el Kremlin desde 2015. En la reunión, en la que mostró de nuevo su respaldo a El Asad, Putin cargó contra la presencia de “fuerzas extranjeras” en Siria “sin la decisión de la ONU”, en referencia a Estados Unidos y Turquía, y que son un “obstáculo” para la “consolidación” del país.
Aunque después de una década de guerra atroz, y con el apoyo significativo de la fuerza aérea rusa –que fue decisiva para cambiar el rumbo del conflicto sirio desde 2015—, El Asad tiene ahora el control de la mayor parte del territorio, queda un último bastión rebelde importante en el norte y noreste, donde hay desplegadas fuerzas turcas, y un pequeño contingente de fuerzas estadounidenses permanece en el noreste controlado por los kurdos, lo que aleja al régimen de Damasco de gran parte de los recursos petroleros del país.
Putin, el aliado más poderoso de Asad, elogió al dirigente sirio y le felicitó por el resultado de las elecciones del pasado mayo, celebradas con falta de transparencia y observadores, la oposición en el exilio y criticadas por la comunidad internacional, con las que Asad, que se atribuyó la victoria con 95% de los votos, ha intentado legitimar en las urnas la victoria militar tras una década de contienda civil.
Moscú, que junto con Irán apoya a El Asad, ha exigido reiteradamente a Washington y a Ankara que retire sus fuerzas de Siria. Su presencia, ha insistido Putin ante el dirigente sirio, es “el principal problema” del país. “Gracias a nuestros esfuerzos conjuntos, se ha liberado abrumadoramente la mayor parte del territorio de Siria”, ha dicho el presidente ruso, según la transcripción de Kremlin de la cita, a la que después se unieron el ministro de exteriores de Siria y el ministro de Defensa ruso, según la televisión estatal siria.
Putin, con un gran apetito por ampliar la figura rusa en el tablero geopolítico global y que ha tratado de erigirse como árbitro en el conflicto de la región, visitó en Siria a El Asad en enero del año pasado, cuando también se reunió con parte de las tropas rusas destacadas en ese país de Oriente Próximo donde Rusia tiene una base aérea en la ciudad costera de Latakia y un gran contingente naval con base en el puerto de Tartus, en el Mediterráneo.
En las últimas semanas, activistas de la oposición siria han asegurado que aviones de combate rusos han estado llevando a cabo ataques en la provincia noroccidental de Idlib, el último gran bastión rebelde en el país devastado por una guerra que ha causado medio millón de muertos y millones de desplazados y refugiados. En la zona viven ahora unos cuatro millones de personas, muchas de ellas desplazadas allí desde otras zonas de Siria debido al conflicto.
El Asad, que no suele hacer viajes fuera de Siria desde que se inició el conflicto en 2011, agradeció a Rusia su apoyo y acusó a “ciertos Estados” de obstaculizar las conversaciones de paz y de ejercer “influencia destructiva” también a base de sanciones económicas. Putin y El Asad también conversaron la cooperación entre sus ejércitos y cómo continuar las operaciones para tomar el control de las últimas zonas controladas por los rebeldes, según informaron los medios estatales sirios.
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14/09/2021 en EL PAIS
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