miércoles, 29 de enero de 2014

MITOS Y REALIDADES. #104. Los refugiados.

MITO:
«La invasión árabe tuvo poco impacto en los árabes palestinos».
 


REALIDAD:

Una vez que la invasión comenzó en mayo de 1948, la mayoría de los árabes que quedaban en Palestina se fueron para los países vecinos. Es sorprendente que, en lugar de actuar como una «quinta columna» estratégicamente valiosa que combatiría a los judíos desde dentro del país, los palestinos optaron por huir a la seguridad de los otros estados árabes, confiados aún de que podrían volver. Un importante nacionalista palestino del momento, Musa Alami, reveló la actitud de los árabes que huían:

Los árabes de Palestina dejaron sus hogares, se dispersaron y lo perdieron todo. Pero allí les quedaba una sólida esperanza: los ejércitos árabes estaban a punto de entrar en Palestina para salvar el país y regresar las cosas a su curso normal, castigar al agresor, arrojar al opresivo sionismo con sus sueños y peligros al mar. El 14 de mayo de 1948, multitudes de árabes llenaron los caminos que conducen a las fronteras de Palestina, recibiendo entusiastas a los ejércitos que avanzaban. Pasaron días y semanas, suficientes para cumplir la sagrada misión, pero los ejércitos árabes no salvaron el país. Ellos no hicieron nada sino dejar que se les escurrieran de las manos Acre, Safand, Lydda, Ramleh, Nazaret, la mayor parte del sur y el resto del norte. Luego la esperanza huyó también.
 
   Musa Alami.

Según el conflicto se extendía a áreas que previamente habían estado tranquilas, los árabes comenzaron a ver la posibilidad de la derrota. Cuando la posibilidad se convirtió en realidad, la fuga de los árabes aumentó -más de 300.000 salieron después del 15 de mayo- quedándose aproximadamente 160.000 árabes en el Estado de Israel.

Aunque la mayoría de los árabes había salido para noviembre de 1948, hubo aún los que escogieron irse, incluso después de que cesaron las hostilidades. Un caso interesante fue la evacuación de 3.000 árabes de Faluja, una aldea situada entre Tel Aviv y Beerseba:

Los observadores creen que con una asesoría adecuada, luego del armisticio israelí-egipcio, la población árabe podría haberse quedado con una situación ventajosa. Dicen que el gobierno israelí les había dado garantías de seguridad personal y de propiedad. Sin embargo, ni Egipto, ni Transjordania ni siquiera la Comisión de Naciones Unidas para la Conciliación de Palestina les aconsejaron a los árabes de Faluja en un sentido o en el otro.



     Fuente:
     Extracto del libro Mitos y Realidades de la Jewish Virtual Library.



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