Maravillas arqueológicas e históricas aguardan bajo las aguas tibias de los mares locales junto a especies animales no asociadas con Oriente Medio.
Por Jessica Halfin
La tendencia es pensar que el verano sería el gran momento para explorar los mares de Israel debajo de la superficie pero la visibilidad del Mediterráneo y el Mar Rojo es mejor en los meses más fríos cuando las aguas son cristalinas y la vida marina está a la vista.
Israel tiene una sorprendente cultura del buceo que no se centra únicamente en el hermoso arrecife de Eilat.
Bajo las aguas tibias del país aguardan maravillas arqueológicas e históricas así como también especies animales que quizás no suelen asociarse con Oriente Medio. Hay delfines, pulpos, erizos de mar e incluso algunas quelonios de mar, cuyo número aumentó gracias a organizaciones como el Centro de Rescate de Tortugas Marinas de Israel.
Por otra parte, es posible acceder a muchos de los sitios de buceo de Israel directamente desde la playa. La siguiente lista da cuenta de ello.
1. Las Tablas de Neptuno – Eilat
Las Tablas de Neptuno son accesibles desde la playa del hotel Isrotel Princess en Eilat. Se trata de una de las inmersiones más profundas de la zona con profundidades medias de entre 15 y 25 metros.
En la marca de 12 metros es posible comenzar a ver grandes formaciones de coral. Y más abajo se puede observar las “mesas” de plantas acuáticas que su nombre divino al sitio.
A lo largo del fondo arenoso del Mar Rojo, se ven anguilas de jardín, mantarrayas con manchas azules, coloridos nudibranquios y una cantidad inusualmente grande de estrellas de mar (bien temprano en la mañana), lo que lo convierte a esta en una inmersión que realmente vale la pena experimentar.
2. Arroyo de los tiburones – Hadera
En los meses más fríos que van desde noviembre a abril, este sitio poco profundo de buceo que rodea la planta de energía eléctrica de Hadera, conocido como “arroyo de los tiburones”, atrae a numerosos grupos de escualos.
La actividad de la planta mantiene las aguas más cálidas que en otros lugares de la costa mediterránea, algo que la hace atractiva para ciertas especies de tiburones y, a su vez, para los humanos intrigados por estas fascinantes criaturas.
De fácil acceso a través de la playa del Parque Nahal Hadera, el lugar tiene una visibilidad regular. Lo mejor allí es hacer una visita guiada para pasar el rato de la manera más segura posible con muchos de los amigables tiburones banco de arena de entre 2 y 3 metros de largo, y tiburones areneros que se reúnen allí.
Hay clubes de buceo como Out of the Blu, que también llevan a los buceadores a sus “tours de buceo” en los mares Rojo y Muerto, son expertos en guiar esta experiencia particular enfocada en los tiburones.
Antiguamente capital provincial de la Judea romana, Cesárea y su viejo puerto de aguas profundas están llenos de ruinas atractivamente reconstruidas, incluido el famoso coliseo y el acueducto.
El Parque Arqueológico Subacuático de la ciudad les permite a los buceadores ver el sitio desde una perspectiva completamente diferente. Hay cuatro pistas diferentes y distintas experiencias submarinas que exploran los pilares originales, estructuras, gigantes rocas de anclaje y otros fragmentos de la época del viejo imperio que yacen debajo de la superficie.
4. El Mar Muerto
Debido a que el Mar Muerto es un sitio súper salado, es probable que muchos piensen en él como el último lugar en el que los buzos pensarían en zambullirse. Sin embargo, este lago alberga un fascinante microcosmos de formaciones de rocas de sal y otras escenas extrañas relacionadas con la ciencia ficción que la mayoría de las personas nunca podrá presenciar de cerca.
Esta es una inmersión más complicada que las comunes debido a la fuertísima flotabilidad y el acceso público limitado. De ese modo, es mejor comunicarse con los expertos locales de Dead Sea Divers para que vivir la mejor experiencia posible.
5. Reserva Natural de Eilat
Se trata de un área de cuatro kilómetros entre el bien conservado sitio del naufragio de Satil y la frontera de Egipto. Esta opción es conocida por sus coloridas exhibiciones de corales.
Allí es posible ver desde un sólido arrecife coralino de entre 4 y 6 metros de profundidad en el extremo poco profundo del lugar hasta una gran franja de arena con formaciones rocosas cubiertas de coral y una reunión de peces león rojos y dorados marinos.
También allí en Eilat se puede ver la afamada roca “Moisés”, una formación que se extiende a ocho metros de la superficie del agua.
6. Cavernas de Rosh Hanikra y Cañón de Ajziv
En las aguas del hermoso Parque Nacional Rosh Hanikra a lo largo de la frontera con el Líbano, está uno de los sitios de buceo más inusuales y populares de Israel.
Conformado por cuevas marinas naturales y cavernas inundadas de aguas turquesas, es posible acceder en barco o desde la playa. Aunque la idea para el sitio es la exploración topográfica natural, es sabido que los buzos se encuentran ocasionalmente con delfines, focas y tortugas marinas a lo largo de sus inmersiones.
Otro sitio en esa zona es el Cañón de Ajziv, una grieta submarina entre el Parque Nacional Rosh Hanikra y el Parque Nacional Ajziv en Nahariya. El lugar, que tiene áreas de entre los 10 y los 30 metros de profundidad, ofrece una maravillosa y diversa mirada sobre la vida marina de Israel, incluidos corales, cangrejos, pulpos, tortugas marinas y erizos de mar.
7. Naufragio del submarino Scire – Haifa
El submarino italiano Scire de la Segunda Guerra Mundial fue trágicamente hundido por un torpedo británico en 1942. Sus restos se encuentran en la bahía de Haifa a 33 metros de profundidad bajo las aguas del Mediterráneo.
Hallado por casualidad durante excavaciones arqueológicas a mediados de la década de 1980, el sitio, que hoy funciona como un monumento, es una manera de explorar un poco de historia y al mismo tiempo observar pequeñas especies de vida marina mediterránea.
8. Naufragio del Kidon – Nahariya
El monumento submarino de 12 marinos israelíes en el sitio del naufragio del Kidon. Foto: Dror Gilat
En 1997, en la playa sur de Shavei Zion a tres kilómetros de la costa de Nahariya sobre el Mediterráneo, naufragó el acorazado israelí Kidon. Ese hecho convirtió al sitio en una atracción de buceo. En los últimos años ha llegado a servir como un monumento submarino para los 12 marinos que murieron allí en una emboscada realizada por las fuerzas de Hezbollah.
El monumento a los caídos, colocado allí en 2016 por 100 buzos, tienen estructuras en forma de dos alas de murciélago sobre las que se sientan 12 sillas. Los nombres de los militares fallecidos están grabados en un gran bloque de hormigón separado.
9. Sinaí – Egipto
Muchos buzos experimentados evitan Eilat y prefieren viajar al sur al Sinaí egipcio. Se trata de un área bajo el dominio soberano de Egipto y es conocida por albergar grupos terroristas.
Si bien no es el lugar más seguro para viajar en estos días, el Sinaí ofrece una experiencia de arrecifes de coral del Mar Rojo más completa que la de la más turística Eilat.
Lo mejor es consultar en grupos de Facebook como Sinaí Lovers para obtener recomendaciones de buceo y reseñas de las empresas israelíes que allí a los viajeros.
10. Sitio arqueológico de Atlit Yam
Es cierto, este sitio no está abierto a los buzos. O mejor dicho, aún no. Pero ojalá lo abran pronto.
Se trata de un gran asentamiento pesquero que se hundió en el mar hace unos 9.000 años frente a las costas de Atlit. Para los arqueólogos, es una mina de oro llena de hallazgos como antiguas prensas de aceite de oliva hasta restos humanos.
A la vez, es una ventana directa al pasado y una advertencia futura sobre los peligros del aumento del nivel del mar.
20/08/2020 en ISRAEL 21C
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