Arqueólogos israelíes descubrieron por primera vez en Jerusalén un edificio del período asmoneo en un yacimiento al este del Kotel Hamaarabi (Muro Occidental o Muro de las Lamentos) que se excava desde hace años.
El inmueble, de cuatro metros de altura y 64 metros cuadrados, se encuentra en una zona conocida como la Ciudad de David y supone la primera prueba científica del testimonio que dejó el historiador judeoromano Flavio Josefo acerca de una Jerusalén asmonea.
"La importancia de este descubrimiento radica principalmente en la notable escasez hasta ahora de restos de esa época en Jerusalén, a pesar de las muchas excavaciones realizadas", dijeron los arqueólogos Doron Ben Ami y Yana Tchekhanovets, que mostraron el recinto.
Los asmoneos, el linaje de los Macabeos, fueron una dinastía que reinó en Judea en los siglos I y II antes de la era común, y eran descendientes del gran sacerdote Matatiahu, que se reveló contra el dominio helenístico en el 167 a.C.
Fueron el último gobierno independiente judío de aquella época, pues poco después el Imperio Romano pasó a controlar la región.
De anchos muros -más de un metro de espesor-, el inmueble fue construido al mejor estilo asmoneo, con toscas paredes de piedra caliza entrecruzada.
En su interior fueron halladas numerosas vasijas y otros objetos de cerámica, pero fueron las monedas las que dieron la pista a los investigadores, según un comunicado de la Dirección de Antigüedades de Israel.
Los metales revelan que la estructurada fue levantada a principios del siglo II a.C. y no sólo fue usada durante el período asmoneo sino que sus ocupantes también le realizaron distintas reformas.
"La Jerusalén asmonea, tan conocida para nosotros de las descripciones históricas de Flavio Josefo ha adquirido de pronto una expresión tangible", afirmaron los investigadores.
Sometida a incesantes exploraciones arqueológicas, en Jerusalén se habían descubierto antes restos de fortificaciones asmoneas y pequeños restos de cerámica, pero nunca antes un edificio.
"Este descubrimiento cierra la brecha en la secuencia de habitantes que tuvo Jerusalén", concluyeron.
El descubrimiento del inusual edificio se produjo hace unos meses, pero ha sido dado a conocer en coincidencia con la fiesta judía de Janucá o de las Luminarias, en la que se conmemora la victoria de los Macabeos y sus descendientes (Asmoneos) sobre el Imperio seléucida, uno de los estados sucesores del imperio de Alejandro Magno. EFE
Publicado el 04/12/2013 en AURORA DIGITAL.
El inmueble, de cuatro metros de altura y 64 metros cuadrados, se encuentra en una zona conocida como la Ciudad de David y supone la primera prueba científica del testimonio que dejó el historiador judeoromano Flavio Josefo acerca de una Jerusalén asmonea.
"La importancia de este descubrimiento radica principalmente en la notable escasez hasta ahora de restos de esa época en Jerusalén, a pesar de las muchas excavaciones realizadas", dijeron los arqueólogos Doron Ben Ami y Yana Tchekhanovets, que mostraron el recinto.
Los asmoneos, el linaje de los Macabeos, fueron una dinastía que reinó en Judea en los siglos I y II antes de la era común, y eran descendientes del gran sacerdote Matatiahu, que se reveló contra el dominio helenístico en el 167 a.C.
Fueron el último gobierno independiente judío de aquella época, pues poco después el Imperio Romano pasó a controlar la región.
De anchos muros -más de un metro de espesor-, el inmueble fue construido al mejor estilo asmoneo, con toscas paredes de piedra caliza entrecruzada.
En su interior fueron halladas numerosas vasijas y otros objetos de cerámica, pero fueron las monedas las que dieron la pista a los investigadores, según un comunicado de la Dirección de Antigüedades de Israel.
Los metales revelan que la estructurada fue levantada a principios del siglo II a.C. y no sólo fue usada durante el período asmoneo sino que sus ocupantes también le realizaron distintas reformas.
"La Jerusalén asmonea, tan conocida para nosotros de las descripciones históricas de Flavio Josefo ha adquirido de pronto una expresión tangible", afirmaron los investigadores.
Sometida a incesantes exploraciones arqueológicas, en Jerusalén se habían descubierto antes restos de fortificaciones asmoneas y pequeños restos de cerámica, pero nunca antes un edificio.
"Este descubrimiento cierra la brecha en la secuencia de habitantes que tuvo Jerusalén", concluyeron.
El descubrimiento del inusual edificio se produjo hace unos meses, pero ha sido dado a conocer en coincidencia con la fiesta judía de Janucá o de las Luminarias, en la que se conmemora la victoria de los Macabeos y sus descendientes (Asmoneos) sobre el Imperio seléucida, uno de los estados sucesores del imperio de Alejandro Magno. EFE
Publicado el 04/12/2013 en AURORA DIGITAL.
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