El ministro de Exteriores chino, Wang Yi, parte en una gira de diez días a Oriente Medio en la que pedirá a los líderes israelíes y palestinos que vuelvan a sentarse en la mesa de negociaciones, un viaje con el que Pekín busca aumentar su influencia en la zona.
Wang Yi.
La primera gira de Wang a la región incluye Israel, los territorios palestinos, Argelia, Marruecos y Arabia Saudita, y se produce una semana después de que su homólogo estadounidense, John Kerry, también pidiera a Israel y AP que avancen en sus frágiles conversaciones de paz, en sus visitas a Jerusalén y Ramallah.
Wang de hecho mantuvo una conversación telefónica con Kerry en la que comentó que el principal objetivo de su viaje también es aumentar la presión para que israelíes y palestinos vuelvan a negociar.
Los líderes comunistas chinos han intentado este año adquirir un papel mediador en el conflicto, y con tal objetivo recibieron en el mes de mayo en Pekín al primer ministro, Biniamín Netanyahu, y al presidente palestino, Mahmud Abbás, a quienes ofrecieron acoger futuras negociaciones de paz entre ambas partes.
El viaje de Wang, analiza el diario "South China Morning Post", busca también consolidar el papel económico de China en una región con la que, según cálculos de consultoras, el comercio bilateral ascenderá a 500 mil millones de dólares hacia 2020.
Por otro lado, el ministro de Exteriores chino se reunió en Pekín con su homólogo egipcio, Nabil Fahmy, ante quien destacó que China "tiene sinceras esperanzas en un Egipto estable" y subrayó que es un importante socio estratégico en la región para el régimen comunista. EFE
Publicado el 17/12/2013 en AURORA DIGITAL.
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