Fuentes de la seguridad libanesa han indicado que “medidas de seguridad estrictas han sido tomadas delante de las iglesias de las diferentes regiones libanesas, especialmente en Sidón y el litoral del Norte del Líbano en previsión de que se produzcan incidentes durante las fiestas de Navidad", señaló el periódico kuwaití Al Anbaa.
Algunos medios han afirmado que los recientes ataques contra los campamentos del Ejército libanés en Sidón han tenido por objetivo el empujar al Ejército a evacuar sus puntos de control a fin de hacer pasar armas y coches bomba hacia los grupos extremistas takfiris.
Por su parte, las embajadas occidentales en el Líbano han aconsejado a sus ciudadanos de origen libanés que no viajen al Líbano para pasar allí las fiestas de fin de año, como tienen la costumbre de hacer. Asimismo, han pedido a sus ciudadanos que extremen las medidas de precaución.
Por otro lado, fuentes cristianas han denunciado que el Ejército Sirio Libre (ESL) se está esforzando en mezclar el nombre de la Corriente Patriótica Libre (CPL), liderada por el general Michel Aún, en la crisis siria, acusándola de enviar combatientes a Siria. Círculos opositores sirios han criticado también las posturas adoptadas por la CPL en relación a la crisis siria y su apoyo al gobierno de Bashar al Assad. Medios libaneses consideran que las acusaciones del ESL podrían tener graves consecuencias y ser el preludio a la perpetración de atentados contra la CPL o contra las regiones cristianas del Líbano.
El responsable de comunicación del ESL, Fahd al Masri, afirma disponer de pruebas de sus acusaciones y dijo que la CPL sólo reconocería su participación cuando “algunos de sus hombres mueran o sean capturados”. Aunque Al Masri reconoce que la CPL no dispone de una rama militar, él asegura que algunos grupos de cristianos pertenecientes a la CPL han sido entrenados en el Valle de la Bekaa por Hezbolá y luego han sido enviados a Siria. Él afirma que hay 70 de esos combatientes en Siria protegiendo iglesias y lugares de culto cristianos de las acciones de los grupos takfiris en la región de Qalamún y otras partes de Damasco.
Un alto representante de la CPL, Antoine Nasralá, ha rechazado en bloque todas estas acusaciones declarando que “todo el mundo sabe que la CPL no dispone de un ala militar para enviar combatientes a Siria”. Él se declaró sorprendido por estas acusaciones que “tienen lugar en un momento en el que el ESL atraviesa una crisis interna”. Él afirma que los comunicados del ESL podrían bien haber sido redactados por plumas libanesas “puesto que ciertas fuerzas del 14 de Marzo utilizan esas mismas expresiones”.
Publicado el 18/12/2013 en AL-MANAR.
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