martes, 24 de diciembre de 2013

¿Conseguirá el canal del Mar Rojo salvar el Mar Muerto?

Israel, Palestina y Jordania han firmado un acuerdo para construir un trasvase desde el Mar Rojo al Mar Muerto.

¿Conseguirá el canal del Mar Rojo salvar el Mar Muerto?

El proyecto a tres bandas entre Israel, Jordania y la Autoridad Nacional Palestina para crear  un canal que una el Mar Rojo al Mar Muerto y que revitalice a este último mientras genera millones de metros cúbicos de agua potable, ha tenido una acogida desigual en la región. Para las autoridades israelíes, jordanas y palestinas, el mega acueducto proveerá el preciado líquido a zonas que sufren una carencia crónica de agua y han celebrado la firma del acuerdo, respaldado por el Banco Mundial, el pasado lunes en Washington como un triunfo de la diplomacia.

El canal tendrá 180 kilómetros y bordeará Jordania sin entrar en territorio israelí. Como parte de la primera fase del proyecto, se ha abierto un proceso de licitación para que empresas internacionales presenten sus propuestas para la construcción de una planta desaladora en la ciudad jordana de Áqaba, en el Mar Rojo. Una vez elegida la propuesta, se estima que las obras comenzarán en un año y dentro de cinco el monumental canal estará terminado.

El monumental acueducto succionará 200 millones de metros cúbicos del Mar Rojo que pasarán a ser desalados en la planta de Áqaba. De ahí, entre 30 y 50 millones de metros cúbicos irán a las regiones del sur de Israel, mientras que otros otros 30 millones de metros cúbicos de agua surtirán a las ciudades del sur de Jordania. Como parte del acuerdo, Israel proveerá a la Autoridad Nacional Palestina con 30 millones de metros cúbicos de agua del lago Tiberíades, en el norte del país, así como la misma cantidad del líquido esencial proveniente del mismo lago a las regiones del norte de Jordania.
Un sueño hecho realidad

El resto del agua que se bombeará del Mar Rojo irá a parar al Mar Muerto, junto con los residuos provenientes de la desalación. Las autoridades de las tres partes involucradas alabaron esta semana el proyecto, asegurando que ayuda a mantener la estabilidad regional, mientras que el ministro israelí de Energía e Infraestructura aseguró esta semana que es un sueño hecho realidad.

Imagen de satélite que muestra
cómo ha ido secándose el mar 
Muerto en los últimos 40 años

«Se trata de una maniobra histórica y un avance para toda la región después de muchos años de esfuerzo», comentó esta semana Shalom a los medios israelíes, añadiendo que «es un acuerdo de cooperación estratégica firmada entre Israel, Jordania y la Autoridad Nacional Palestina de tremenda importancia».

Aunque en Israel nadie ha negado la importancia geoestratégica del acuerdo, muchos también han minimizado el impacto que puede tener este canal en una posible paz a largo plazo con los palestinos.

«No creo que vaya a resolver la paz aquí, por que ese es un tema que tiene mucho más que ver con política y otros asuntos más complicados que el reparto del agua», comentó a ABC el experto en asuntos hidrólogicos en Israel y profesor de Geología y Política Pública de la Universidad Hebrea de Jerusalén, Eran Feitelson. «Sin agua potable no hay estabilidad política»

«No digo que no tenga importancia estratégica, por supuesto, pero lo veo más como una solución que ayudará a crear vínculos con los palestinos y los jordanos, que al fin y al cabo, son nuestros vecinos. Sin agua potable, no hay estabilidad política posible y este es lo que más interesa a Israel, la estabilidad», aseguró Feitelson.

Para el profesor, el acueducto se trata de un proyecto piloto diseñado para ver el impacto de mezclar el agua del Mar Rojo con la del Mar Muerto, ya que la cantidad de agua potable que se obtendrá será casi insignificante.

«Con esa pequeña cantidad de agua repartida entre Israel y Jordania no se va a paliar ni mucho menos el problema. Este es un plan de Jordania para proveer de agua a Amán, que tiene una carencia tremenda debido al incremento de población que ha sufrido en los últimos años, sobre todo ahora que tiene casi un millón de refugiados sirios», explicó el profesor. La sequía del Mar Muerto

La cantidad de agua que se bombeará al Mar Muerto, tampoco lo salvará de su lento declive, según los expertos. Los 100 millones de metros cúbicos de agua residual de la desaladora tan sólo conseguirán llenar la masa de agua más salada del mundo de 10 centímetros al año, mientras que se va secando al ritmo de 100 centímetros anuales.

«Por eso creo que debe de ser un proyecto piloto, por que si no, no tiene sentido invertir tantísimo dinero y esfuerzo para algo que no va a servir realmente para nada. Creo que quieren ver el impacto medioambiental en el Mar Muerto y luego comenzar a bombear muchísimo más», afirmó Feitelson, que no comparte las reservas en cuanto al posible daño que se pueda hacer al Mar Muerto al mezclar las aguas.

«Lo que quieren bombear ahora no afectará realmente al Mar Muerto, es una cantidad insignificante. Para que realmente pueda dañarle, serían necesarios unos 400 millones de metros cúbicos como mínimo aunque tampoco podemos estar cien por cien seguros de si realmente causaría un daño irreversible». El peligro de mezclar dos aguas

Sin embargo otros expertos no coinciden con Feitelson y han levantado la voz de alarma sobre el peligro de mezclar dos tipos diferentes de agua, con distintas composiciones químicas.

«Este proyecto no tiene nada que ver ni con la paz, ni con salvar al Mar Muerto», comentó por teléfono Gidon Broomberg, el representante israelí de la organización Amigos de la Tierra, que tiene también una sede en Jordania. «Llevamos años luchando por salvar el Mar Muerto, que debido al abuso que se hace del río Jordán, su principal afluente, se está muriendo, valga la redundancia. El mismo gobierno ha admitido que este proyecto no va a salvar al Mar Muerto, sino que está diseñado sólo para llevar agua a Israel y Jordania», comentó Broomberg.

«Esto va a enriquecer a unos pocos, como siempre, a costa del daño al mar, por que la mezcla del agua del Mar Rojo va a crear algas en el Muerto y la composición especial de bacterias de éste último se va a ver tremendamente afectada. La mezcla de los compuestos químicos de los dos mares va a favorecer la aparición de yeso, que podría acelerar el proceso de desecación del mar», aseguró el experto en medioambiente.

Por ahora, Broomberg recomienda a quienes no hayan visto el Mar Muerto todavía, que se acerquen a conocerlo antes de que no quede más que un charco. «No podría decir cuánto tiempo le quedaría al Mar Muerto con este proyecto, pero desde luego menos de los cincuenta años que se estima tardaría en secarse sin la ayuda de este canal».


Publicado el 15/12/2013 en ABC.
http://www.abc.es/sociedad/20131215/abci-canal-rojo-muerto-201312131718.html


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