MITO:
«La OLP fue neutral en la guerra del Golfo».
REALIDAD:
La OLP, Libia e Irak fueron los únicos miembros que se opusieron a una resolución de la Liga Árabe que exigía una retirada iraquí de Kuwait. El liderazgo de la intifada envió un cable de felicitación a Saddam Hussein, describiendo la invasión de Kuwait como el primer paso hacia la «liberación de Palestina».
«La OLP fue neutral en la guerra del Golfo».
REALIDAD:
La OLP, Libia e Irak fueron los únicos miembros que se opusieron a una resolución de la Liga Árabe que exigía una retirada iraquí de Kuwait. El liderazgo de la intifada envió un cable de felicitación a Saddam Hussein, describiendo la invasión de Kuwait como el primer paso hacia la «liberación de Palestina».
El líder de la OLP Yasser Arafat desempeñó un papel decisivo en sabotear una reunión de la cumbre árabe que había sido convocada en Arabia Saudita para discutir la invasión. Según el New York Times, Arafat «distrajo la atención de la cumbre planeada y ayudó a hacerla zozobrar» apareciéndose en Egipto con un «plan de paz» concebido por el dictador libio Muammar Qaddafi.
Según cuenta un relato testimonial de Ibrahim Nafei, director de AI Ahram, Arafat se esforzó en «disolver» cualquier resolución antiiraquí en la reunión de la Liga Árabe en el Cairo en agosto de 1990. Arafat «fue de una delegación a otra, mano a mano con Tariq Aziz, el ministro de relaciones exteriores iraquí, quien abiertamente amenazaba a algunos delegados del Golfo y de otros estados árabes que Irak los pondría de cabeza», escribió Nafei.
En Amán, Jordania, un funcionario de la OLP advertía que combatientes palestinos habían llegado a Yemen. «Esperamos que lleven a cabo operaciones suicidas contra las tropas norteamericanas en Arabia Saudita si los norteamericanos avanzan contra Irak», declaró. «Hay más de 50.000 combatientes palestinos», tanto en Kuwait como en Irak, dijo que «defenderán los intereses de Irak». Abul Abbas, miembro del Comité Ejecutivo de la OLP, amenazó que «cualquier objetivo norteamericano sería vulnerable» si Estados Unidos atacara a Irak.
En Jenín, el 12 de agosto, 1.000 palestinos desfilaron gritando: «Saddam, héroe, ataca a Israel con armas químicas».
Según algunas fuentes, la OLP desempeñó un papel activo en facilitarle a Irak la conquista de Kuwait. La planificación logística para la invasión iraquí se basó, al menos parcialmente, en datos de inteligencia suministrados por funcionarios y partidarios de la OLP establecidos en Kuwait. El London Independent citaba a un diplomático árabe que decía que, a su llegada a Kuwait, los oficiales iraquíes «fueron inmediatamente a sus casas, los recogieron y les ordenaron que fueran a trabajar». La embajada iraquí había compilado su propia lista del personal kuwaití clave, dijo el diplomático, «pero ¿quiénes los ayudaron? ¿quiénes eran los técnicos capaces que trabajaron junto con los kuwaitíes y conocían toda esa información?», preguntaba él. «Los palestinos».
«Los líderes del movimiento de paz de Israel expresaron su repugnancia por las acciones de la OLP. Uno necesitaría una máscara antigás para sobreponerse al «hedor, tóxico, repulsivo» de la actitud de la OLP hacia Saddam Hussein, dijo Yassi Sarid. Otro activista, Yaron London, escribió en una carta abierta a los palestinos de los territorios: «Esta semana ustedes me han demostrado que durante años yo fui un gran tonto. Cuando ustedes vuelvan a pedir mi apoyo a sus legítimos derechos , descubrirán que sus gritos de apoyo a Saddam Hussein me han taponeado los oídos».
Cuando EE.UU. comenzó a concentrar tropas en Arabia Saudita, Arafat llamó a esto una «nueva cruzada» que «presagia los más graves peligros y desastres para nuestra nación árabe e islámica». También definió su posición en el conflicto: «Sólo podemos estar en la trinchera hostil al sionismo y a sus aliados imperialistas que movilizan hoy sus tanques, aviones y toda su avanzada y sofisticada maquinaria de guerra contra nuestra nación árabe».
Una vez que la guerra comenzó, el Comité Ejecutivo de la OLP reafirmó su apoyo a Irak: «el pueblo palestino está firmemente al lado de Irak». Al día siguiente Arafat envió un mensaje a Saddam elogiando la lucha de Irak contra «la dictadura norteamericana» y describiendo a Irak como «el defensor de la nación árabe; de los musulmanes y de los hombres libres de todas partes».
El entusiasmo de Arafat por Hussein no sufrió mella por el resultado de la guerra. «Querría aprovechar esta oportunidad para reiterarle a vuestra excelencia lo mucho que nos enorgullecen los lazos de fraternidad y destino común que nos unen», dijo en noviembre de 1991. «Trabajemos juntos hasta que logremos la victoria y recuperemos a Jerusalén liberada».
Fuente:
Extracto del libro Mitos y Realidades de la Jewish Virtual Library.
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