MITO:
«Los líderes árabes han condenado los atentados suicidas y otros actos de terrorismo desde el 11 de septiembre, y han respondido al llamado del presidente Bush a tomar medidas para combatir el terrorismo».
«Los líderes árabes han condenado los atentados suicidas y otros actos de terrorismo desde el 11 de septiembre, y han respondido al llamado del presidente Bush a tomar medidas para combatir el terrorismo».
REALIDAD:
En abril del 2002, el presidente Bush llamó a los estados árabes a «hacer todo lo posible para detener las actividades terroristas, interrumpir el sostén económico terrorista y contener la incitación a la violencia en los medios de prensa propiedad del estado». También les instó a denunciar públicamente los atentados suicidas, a usar su influencia con la Autoridad Palestina y otras agrupaciones para frenar la violencia. No sólo los líderes árabes rechazaron la petición del presidente, sino que hicieron exactamente lo contrario. Por ejemplo, el presidente de Irak, Saddam Hussein, prometió públicamente pagarles $25.000 a las familias de los terroristas suicidas. Arabia Saudita presentó un terrortón para recaudar millones de dólares para los «mártires», siendo los dos mayores contribuyentes el rey Fahd y el principe coronado Abdula, este último elogiado como el arquitecto de la última iniciativa de paz de la Liga árabe. De manera que tanto los radicales, como Irak, como los «moderados», como Arabia Saudita, están sosteniendo el terrorismo. Esto se agrega al más amplio patrocinio del terror de éstos y otros países, incluido Irán.
El 2 de abril, los 57 miembros de la Organización de la Conferencia Islámica reunida en Malasia rechazaron cualquier vínculo entre los ataques palestinos y el terrorismo, e incluso rehusaron definir el terrorismo. El primer ministro de Malasia, Mahathir Mohamad, le pidió al grupo que clasificara todos los ataques contra civiles, incluidos los de los petardistas suicidas palestinos, como terrorismo, pero la conferencia no lo haría.
«Uno no puede negociar con terroristas porque la única respuesta de los terroristas al cumplimiento de sus exigencias es el chantaje…Israel no puede negociar con personas que matan a civiles por razones políticas… Cualquier líder político que tolera el terrorismo como un instrumento legítimo para su campaña política es un terrorista».
Milos Zeman, primer ministro checo.
Acaso el mejor ejemplo de la renuencia árabe a condenar el terrorismo viene del rey Abdula de Jordania, considerado por lo general como el líder árabe más moderado y el más cercano aliado de Estados Unidos. En una entrevista con CNN, Christiane Amanpour le pidió a Abdula que hiciera una simple declaración condenando los atentados suicidas contra Israel, y él en repetidas ocasiones evadió el tema.
Mientras los estados árabes continúen apoyando el terrorismo, Israel seguirá en peligro, y habrá poca esperanza para la paz y la estabilidad regionales. Además, la política árabe legitima el uso del terror no sólo contra Israel, sino también contra otras naciones, Estados Unidos entre ellas.
Extracto del libro Mitos y Realidades de la Jewish Virtual Library.
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