viernes, 24 de octubre de 2014

MITOS Y REALIDADES. #249. Los asentamientos.

MITO:
«Los asentamientos son un obstáculo para la paz»


REALIDAD:
Los asentamientos nunca han sido un obstáculo para la paz.

* De 1949 al 67, cuando a los judíos les prohibían vivir en Cisjordania, los árabes rehusaron hacer la paz con Israel.

* De 1967-77, el Partido Laborista estableció sólo unos cuantos asentamientos estratégicos en los territorios, no obstante, los árabes no estuvieron dispuestos a negociar la paz con Israel.

* En 1977, meses después de que tomara el poder un gobierno likud comprometido a agrandar la actividad de los asentamientos, el presidente egipcio Sadat fue a Jerusalén y luego firmó un tratado de paz con Israel. A propósito, había asentamientos judíos en el Sinaí y fueron desmantelados como parte del acuerdo con Egipto.

* Un año después, Israel congeló la construcción de asentamientos por tres meses, a la espera de que el gesto induciría a los árabes a unirse al proceso de paz de Camp David. Pero ninguno lo hizo.

* En 1994, Jordania firmó un acuerdo de paz con Israel y los asentamientos no fueron un problema. Si algo pasaba era que crecía el número de judíos viviendo en los territorios.

* Entre junio de 1992 y junio de 1996, bajo gobiernos laboristas, la población judía creció en los territorios aproximadamente en un 50 por ciento. Este rápido crecimiento no impidió que los palestinos firmaran los acuerdos de Oslo en septiembre de 1993 ni el convenio de Oslo en septiembre de 1995.

* En el 2000, el primer ministro Barak ofreció desmantelar docenas de asentamientos, pero los palestinos no convendrían en ponerle fin al conflicto.

La actividad de los asentamientos puede ser un estímulo a la paz porque obligó a los palestinos y a otros árabes a reconsiderar el punto de vista de que el tiempo estaba de su parte. En escritos árabes se hacen frecuentemente referencias a cuánto tiempo llevó expulsar a los cruzados y cómo podría tomar también mucho tiempo hacerles lo mismo a los sionistas. El crecimiento de la población judía en los territorios obligó a los árabes a cuestionar este dogma. «Los palestinos ahora se dan cuenta», dijo el alcalde de Belén Elías Freij, «de que el tiempo está ahora de parte de Israel, que puede levantar asentamientos y crear realidades, y que el único camino para evadir este dilema es negociar cara a cara».


A muchos israelíes les preocupa, no obstante, la expansión de los asentamientos.

Algunos los consideran provocativos, otros temen por los colonos, que son particularmente vulnerables, y han sido blancos de repetidos ataques terroristas palestinos. Para defenderlos es necesario emplazar gran número de soldados que de otro modo estarían adiestrándose y preparándose para un posible conflicto futuro con un ejército árabe. Algunos israelíes también objetan la cantidad de dinero que se destina a las comunidades allende la Línea Verde y los subsidios especiales que se han otorgado para hacer más costeable la vivienda en esos lugares. Otros aún creen que los colonos proporcionan una tenue línea de defensa y que están desarrollando una tierra que con todo derecho pertenece a Israel.
Soldados 'protegiendo' el paseo de los colonos judíos en el centro de la ciudad palestina de Hebrón (Lena Föll)

El destino de los asentamientos es un tema para las negociaciones sobre el status final. La pregunta de dónde estará la frontera entre Israel y la entidad palestina probablemente se verá influida por la distribución de esos pueblos judíos. Israel quiere incorporar tantos colonos como sea posible dentro de sus fronteras, mientras los palestinos quieren expulsar a todos los judíos del territorio que ellos (los palestinos) controlan.

Si Israel se retirarse unilateralmente a sus fronteras de 1967, como parte de un arreglo político, muchos colonos se enfrentarán a una o más opciones: permanecer en los territorios, expulsión de sus hogares, o reasentamiento voluntario en Israel. El impedimento a la paz no es la existencia de esos asentamientos; es la renuencia de los palestinos a aceptar un estado junto a Israel en lugar de un estado que reemplace a Israel.
Un soldado israelí (derecha) confronta a un palestino. Los firmantes de la carta a Netanyahu dicen estar hastiados de una guerra injusta contra los palestinos.

     Fuente:
     Extracto del libro Mitos y Realidades de la Jewish Virtual Library.


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