MITO:
«Arabia Saudita es una fuerza en pro de la paz y la moderación que no auspicia el terror».
«Arabia Saudita es una fuerza en pro de la paz y la moderación que no auspicia el terror».
REALIDAD:
«Los sauditas están activos en todos los niveles de la cadena del terror, desde los planificadores a los que los costean, desde el cuadro al soldado de a pie, del ideológico al entusiasta partidario», dijo Laurent Murawiec, una analista de la Corporación Rand en una reunión secreta con una junta asesora del Pentágono. «Arabia Saudita», agregó, «sostiene a nuestros enemigos y ataca a nuestros aliados».
La prueba más dramática de la participación saudita en el terror es el hecho de que 15 de los 19 terroristas del 11 de septiembre eran de Arabia Saudita. Pese a esto, el gobierno saudita rehusó cooperar con la investigación de EE.UU. de los ataques y rechazó las demandas norteamericanas de que detuviera el flujo de dinero que llegaba, a través de organizaciones caritativas, a grupos terroristas. Muchas de tales organizaciones de beneficencia tienen su sede en Estados Unidos y están siendo investigadas por el Departamento del Tesoro.
El apoyo saudita al terrorismo y al Qaida, en particular, no se limita a los extremistas del reino. Un informe clasificado de los servicios de inteligencia norteamericanos revelaba que en una encuesta entre sauditas educados de 25 a 41 años de edad, llevada a cabo en octubre del 2001, el 95 por ciento de los que respondieron apoyaban la causa de bin Laden.
Los sauditas han estado activamente involucrados en el apoyo al terrorismo palestino. Fueron el mayor sostén económico de Hamás durante la década del noventa, proporcionándole aproximadamente $10 millones anualmente.
En una carta, dirigida al gobernador de Riyadh, Abu Mazen, uno de los primeros ayudantes de Arafat, se quejaba de que el dinero saudita no llegaba a los «mártires», sino que iba directamente a Hamás.
Los sauditas llevaron a cabo un telemaratón del terror el 11 de abril de 2002, que recaudó $150 millones para familias de «mártires» palestinos, entre ellas las familias de terroristas suicidas, y durante la Operación Escudo
Defensivo, los israelíes encontraron numerosos documentos que vinculaban a los sauditas al terrorismo. Uno, por ejemplo, desglosaba sus asignaciones, renglón por renglón, detallando las circunstancias de la muerte de palestinos cuyas familias recibían asistencia, y dejaba en claro que las asignaciones eran para ataques suicidas. La información provenía del Comité Saudita para Ayuda a la Intifada Al-Quds, que es dirigida por el ministro saudita del interior, príncipe Nayef bin ‘Abd al-Aziz.
Extracto del libro Mitos y Realidades de la Jewish Virtual Library.
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