José Ignacio Rodríguez
La historia de Israel está grabada en piedra desde el principio de los tiempos y hoy cuando algunos hablan del “final de los tiempos” están alzando su voz, con la fuerza que solo el Cielo puede darlas. Si, mis queridos amigos las piedras están hablando en todo Israel y particularmente en su Capital Indivisible y Eterna Jerusalén.
Israel es un paraíso turístico de piedras vivas en medio de un desierto de piedras muertas, en los países de alrededor, que la historia ha dejado desperdigadas, mudas y desgatadas, por el paso de los tiempos. En milagrosa contraposición las Piedras de Israel, con mayúsculas ya que son únicas, están hablando a voces de las maravillosas promesas, que el Cielo ha dejado grabadas en su corazón ¿Piedras con corazón? Si hablan es que tienen corazón, de piedra, pero al fin y al cabo con corazón. Unas benditas piedras que están proclamando al mundo la grandeza de un Pueblo que ha sabido levantarse de sus cenizas con la frente erguida y avanzar hacia un futuro que en Israel ya es presente. Las Piedras de Israel son el altavoz trasmisor de los Cielos, que alcanza a todas las naciones.
Las Piedras de Israel, diamantes gigantes en bruto, albergan en su mencionado corazón la historia imborrable de la humanidad desde los más remotos tiempos. Una sola visita al Túnel del Muro Occidental nos revela la historia interminable, de un pueblo único que por muchas veces que hayan tratado de aniquilarlos siempre han sabido salir victoriosos y demostrar su también grandiosa fortaleza. Unas piedras extraordinarias en su volumen que son la base estructural que mantiene firme todo el conjunto del Monte del Templo de Salomón.
La conexión con el Cielo se puede experimentar, literalmente, al encontrarnos frente al Kotel también conocido como Muro Occidental. Un escalofrío recorre el cuerpo cuando nuestros ojos se depositan ante las milenarias piedras del mencionado Kotel. Las que se ven y las que no se ven, pero que también están. La Puerta del Cielo a todos los rezos, de palabra o escritos en diminutos y frágiles papeles, que entran a las Moradas Celestiales ¿Místico? La vida real es también pura mística. Una realidad espiritual que aspira a la conexión con lo Intemporal y Eterno, aunque nosotros seamos finitos y temporales.
En la práctica al situarnos en el Kotel estamos entre la espada y la pared. La Espada de la Justicia del Cielo y el testimonio de las Piedras con Corazón que testifican a favor de todos aquellos que buscan Justicia de lo Alto ¿Otra vez mística? Toda la que tú, mi querido lector, quieras ver, pero sobre todo espiritualidad, pura, sencilla y llanamente espiritualidad. Una espiritualidad grabada en nuestros corazones y en el corazón de unas piedras, cuasieternas, que hablan claro y fuerte de la sagrada conexión entre el Eterno, Israel y su Capital Indivisible Jerusalén.
La tierra pasará, la ONU pasará, la UNESCO pasará, la UNRWA pasará, pero las Piedras con Corazón que proclaman la verdad sobre los judíos y su conexión con Eretz Israel, Jerusalén y su Templo no pasarán. La mejor manera de recordar a alguien que amas es rezar por su bien. Recemos por Israel y pidamos por la Paz de Jerusalén, pues si nosotros no lo hacemos las Piedras con Corazón lo harán y la verdad es que ellas empezaron hace mucho tiempo. Al fin y al cabo los Mandamientos, la Ley de la Libertad, fueron escritos también en piedras. Unas Piedras con Corazón que siguen hablando a toda la humanidad. Shalom Israel.
29/01/2018 en AURORA DIGITAL
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