MITO:
«Israel se jacta de que es la cuarta nación más poderosa del mundo; en consecuencia, no necesita en verdad ayuda militar de EE.UU.».
«Israel se jacta de que es la cuarta nación más poderosa del mundo; en consecuencia, no necesita en verdad ayuda militar de EE.UU.».
REALIDAD:
Israel tiene tratados de paz sólo con dos de sus vecinos. Sigue técnicamente en guerra con el resto del mundo árabe/islámico, y varios países, sobre todo Irak e Irán, son abiertamente hostiles. Dadas las amenazas potenciales, es una necesidad que Israel siga manteniendo una fuerte defensa. Israel es un país poderoso, pero tal como indica la tabla de equilibrio militar que aparece en el apéndice, sigue aún por debajo del enemigo en número de hombres y armamentos, y por tanto, debe confiar en su ventaja cualitativa y cerciorarse de que puede derrotar a sus enemigos, y eso sólo se puede garantizar con la continua compra de los últimos armamentos. Sin embargo, nuevos tanques, misiles y aviones conllevan grandes costos, e Israel no puede costear por sí solo lo que necesita, de ahí que la continua ayuda de Estados Unidos es vital a su seguridad. Además, los enemigos de Israel tienen numerosos proveedores, pero Israel depende casi exclusivamente de los Estados Unidos para su armamento.
Fuente:
Extracto del libro Mitos y Realidades de la Jewish Virtual Library.
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