MITO:
«Las invasiones de Israel al Líbano en 1978 y 1982 demostraron las intenciones agresivas de Israel».
REALIDAD:
Israel ha procurado durante mucho tiempo una pacífica frontera norte. Pero la posición de Líbano como refugio de agrupaciones terroristas ha hecho esto imposible. En marzo de 1978, los terroristas de la OLP se infiltraron en Israel. Después de asesinar a un turista norteamericano que caminaba cerca de una playa israelí, secuestraron un autobús de civiles. Cuando las tropas israelíes interceptaron el autobús, los terroristas abrieron fuego. Un total de 34 rehenes murió en el ataque.
En respuesta, las fuerzas israelíes entraron en el Líbano y ocuparon las bases terroristas en la parte sur del país, desalojando a los terroristas de la frontera. Las FDI se retiraron después de dos meses, dejando que entraran las fuerzas de las NACIONES UNIDAS. Pero las tropas de NU fueron incapaces de evitar que los terroristas se volvieran a infiltrar en la región e introdujeran armas más nuevas y peligrosas. Fue este rearme el que condujo a la invasión de Israel de 1982.
Jerusalén ha reafirmado en repetidas ocasiones que Israel no ambiciona ni una sola pulgada de territorio libanés. Esta intención la confirma la retirada de Israel de Líbano en 1985. La pequeña fuerza israelí de 1.000 hombres, desplegada en una franja de territorio que se extiende por ocho millas en el sur de Líbano, protegía de un ataque a los pueblos y aldeas del norte de Israel. Israel también ha reiterado que se retiraría completamente de Líbano a cambio de una situación de seguridad estable en su frontera norte.
Israel retiró todas sus tropas del sur de Líbano el 24 de mayo del 2.000, poniéndole fin a una presencia militar de 22 años en el área. La retirada de Israel se llevó a cabo en coordinación con las NU, y según las NU, constituía el cumplimiento israelí de sus obligaciones conforme a la resolución 425 del Consejo de Seguridad (1978).
Israel esperaba que el gobierno libanés subsecuentemente emplazara su ejército a lo largo de la frontera sur para desarmar a los terroristas y mantener el orden, pero esto no ha ocurrido, pese a las críticas de los Estados Unidos, las NU e Israel. «Desde un cierto punto hacia el norte», dijo el ministro de defensa libanés Khalil Hrawi, «dictamos las reglas, y desde un cierto punto en el sur, no hay presencia de las fuerzas armadas, y los Jezbalá coordinan sus acciones consigo mismos» Por tanto, «Jezbalá sigue teniendo rienda suelta y amenazando la frontera norte de Israel».
Khalil Hrawi.
Extracto del libro Mitos y Realidades de la Jewish Virtual Library.
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