Nunca como ahora se vio tan claramente la participación de Siria e Irán en el abastecimiento de misiles y armamento a los terroristas. Israel le dio al Hamás demasiado tiempo para equiparse y lo mismo pasó con Hezbollah, algo que veremos cuando ellos crean que están listos para dañarnos.
Treguas mentirosas que son usadas para equiparse
Cada enfrentamiento entre Israel y sus enemigos terminó en una tregua conseguida bajo la presión internacional, especialmente de nuestro aliado, los Estados Unidos. Habría que ver en qué pensaban nuestros amigos del Norte cuando creyeron que una tregua era un paso previo a la posibilidad de paz o entendimiento.
Una de las partes, los terroristas, no tienen ningún interés en hacer la paz, ni siquiera de convivir con Israel como vecino, por lo cual la palabra tregua en árabe deberá tener otro significado. Seguramente quiere decir "Plazo para equiparse con armas de mayor alcance precisión y potencia". Ha sido un error en ocasiones anteriores aceptar una tregua antes de terminar el trabajo.
Uno dice que quiere y otro que no quiere
Egipto propuso un alto al fuego consensuado con otros países que buscan la forma de parar los disparos de misiles palestinos y la respuesta de la aviación israelí.
Es sorprendente la rapidez con la que Israel contestó afirmativamente a la propuesta, pero en política todo tiene un significado y un por qué.
Inmediatamente Hamás rechazó la propuesta no sin antes disparar nuevamente decenas de misiles que confirmaba la continuidad de sus ataques terroristas.
Israel sabía que esa sería la respuesta y por eso dijo que quería la tregua, porque estoy convencido de que el Primer Ministro y el gobierno tampoco considera que es el momento oportuno de volver atrás. Ni Hamás está suficientemente dañado en su capacidad de llegar a territorio israelí con sus disparos, ni Israel ha logrado todavía cumplir gran parte de los objetivos de la operación emprendida. En algún momento se va a concretar la tregua, como siempre, una tregua en que los perdedores dirán que ganaron, engañarán nuevamente a su población con mentiras y promesas falsas, conseguirán el apoyo de los medios internacionales afines que son la mayoría y mucho dinero para reconstruir los edificios destrozados y las cuentas en Suiza o negocios de sus dirigentes. Para Israel será una nueva larga espera hasta que Hamás logre reponer el arsenal con ayuda de Siria e Irán y quizás de algún otro que crea conveniente dañarlo. La tregua sin una solución concreta es como una aspirina en un enfermo terminal.
Bloquear las rutas de abastecimiento de misiles
De nada servirá ningún acuerdo si Israel, solo o con sus aliados, no logra interferir en la llegada de misiles a la franja.
Bloquear las rutas de abastecimiento bélico al punto de que no llegue absolutamente nada a manos de los terroristas debe ser una condición irrenunciable para no repetir las experiencias anteriores. No es tarea sencilla. Si bien Israel ha logrado interceptar algunos envíos de cohetes sofisticados, de mayor alcance y precisión, se sabe que eso representa sólo un pequeño porcentaje de lo que realmente llega a destino. A las pruebas me remito. Basta ver cuantos misiles diarios disparan a pesar de todo lo que el Ejército de Israel ha logrado destruir desde el aire. La ayuda internacional en ese sentido es intermitente y nada segura. No solo porque no quieren meterse en nuevos conflictos sino porque hay demasiados negocios de por medio y demasiada gente que gana fortunas con ellos sin importar a quién le compran o a quien le venden.
Nuestros amigos nos apoyan de palabra pero no quieren perder su tajada de negocios y que sus clientes o proveedores se enojen. Será una tarea titánica, pero imprescindible.
Si los misiles continúan llegando a la Franja de Gaza, la película se repetirá una y otra vez en un espiral sin fin. Mientras tanto los medios internacionales siguen mintiendo, dando vuelta el orden de los acontecimientos. Muchos editoriales dicen que Hamás tira misiles a Israel luego de haber sido atacado por los aviones israelíes. Lo peor es que la gente lee y cree.
La primera víctima civil y la primera víctima política
Hay que lamentar la muerte de un voluntario que llevaba comida a los soldados en el Paso Erez convirtiéndose en la primera víctima fatal generada por los terroristas en esta etapa del conflicto.
Hay muchos civiles que quieren ayudar pero deben hacerlo dentro de los marcos de seguridad que marque el Ejército y las autoridades. En su afán de ayudar este ciudadano se encontraba en un lugar demasiado peligroso. No se debió permitir estar en ese lugar, en todo caso lo que él iba a repartir lo podía haber entregado un soldado, alguien entrenado y que podía protegerse mucho mejor que un civil.
Pero lo hecho hecho esta, y era casi ilógico que hasta ahora no sufriéramos víctimas.
En lo político vemos un gobierno que comienza a tambalear en el que comenzaron los movimientos según la estrategia de las diferentes posiciones frente al conflicto pero también a otras áreas. Hace unos días Avigdor Lieberman pateó el tablero anunciando que en las próximas elecciones no integrará la coalición con el Likud e irá por su cuenta. Sus ideas y propuestas no pueden concretarse en la alianza actual integrada con la mayor variedad del mercado político israelí.
Ahora le llegó el turno al Viceministro de Defensa, y diputado del Likud, Danny Dannon quien dice estar preocupado porque Hamás volverá a atacarnos cuando quiera y se opone a la tregua. Según él, Netanyahu debe despertar y lo acusó de ser blando ante el terrorismo. Anteriormente ya había tenido encontronazos con el Primer Ministro quien en esta ocasión aprovecho para mandarlo a casa y cesarlo en sus funciones.
De todas formas la mayoría de los israelíes piensan igual que Dannon en este tema específico y hay un aprovechamiento político de ir para donde lo lleva la corriente en busca de nuevas adhesiones para el futuro. En concreto, una tregua nos puede llegar a un período de espera hasta la segura repetición de los acontecimientos.
16/07/2014 en AURORA DIGITAL.
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