lunes, 17 de febrero de 2014

MITOS Y REALIDADES. #116. Los refugiados.

MITO:
«Los refugiados siempre han sido repatriados, sólo a los palestinos les han impedido regresar a sus hogares».
 


REALIDAD:

Pese a la intransigencia árabe, nadie esperaba que el problema de los refugiados persistiera. John Blandford Jr., Director de la UNRWA, escribió en su informe el 29 de noviembre de 1951, que él esperaba que los gobiernos árabes asumieran la responsabilidad de la ayuda para julio de 1952.

Además, Blandford afirmaba la necesidad de terminar las operaciones de asistencia: «las sostenidas operaciones de asistencia contienen inevitablemente el germen del deterioro humano».

En efecto, los palestinos son las únicas personas desplazadas que se han convertido en pupilos de la comunidad internacional.

El convenio de Israel de pagarles compensación a los palestinos que huyeron durante 1948 puede contrastarse con el tratamiento de 12,5 millones de alemanes en Polonia y Checoslovaquia, que fueron expulsados después de la segunda guerra mundial y les permitieron llevarse sólo aquellas posesiones que podían cargar. No recibieron compensación alguna por las propiedades confiscadas. Los efectos de la segunda guerra mundial en las fronteras y la población de Polonia se consideraron «hechos consumados» que no pudieron revertirse después de la guerra.

Otro país seriamente afectado por la guerra fue Finlandia, que fue obligado a ceder casi un octavo de su territorio y a absorber más de 400.000 refugiados (11 por ciento de la población nacional) de la Unión Soviética.

A diferencia de Israel, éstos eran los perdedores de la guerra. No hubo ninguna ayuda para su reasentamiento.

Tal vez una mejor analogía incluso puede verse en la integración en Turquía de los 150.000 refugiados turcos procedentes de Bulgaria en 1950. La diferencia entre el tratamiento que los turcos les dieron a sus refugiados y el que los estados árabes les dieron a los palestinos fue la actitud de los gobiernos respectivos.

Turquía ha tenido un problema de refugiados mayor que Siria o Líbano y casi tan grande como Egipto… Pero uno rara vez oye hablar de ellos porque los turcos han hecho un magnífico trabajo reasentándolos… La gran diferencia está en el espíritu.

Los turcos, renuentes como estaban a tomar esa carga, la aceptaron como una responsabilidad y se pusieron a trabajar para liquidarla tan rápidamente como fuera posible.

De haber querido los árabes aliviar el sufrimiento de los refugiados, podrían fácilmente haber adoptado una actitud semejante a la de Turquía.

Otra transmigración masiva se produjo como resultado de la partición de la India y Pakistán en 1947. Los ocho millones de hindúes que huyeron de Pakistán y los seis millones de musulmanes que salieron de la India temían convertirse en una minoría en sus respectivos países. Al igual que los palestinos, estas personas querían evitar verse atrapadas en medio de la violencia en que se sumieron esas naciones. Sin embargo, a diferencia del conflicto árabe-israelí, el intercambio de poblaciones se llegó a considerar la mejor solución para los problemas de relaciones comunales dentro de los dos estados. Pese al enorme número de refugiados y la relativa pobreza de las dos naciones implicadas, no se establecieron organizaciones internacionales de socorro para ayudarles en la tarea del reasentamiento.


     Fuente:
     Extracto del libro Mitos y Realidades de la Jewish Virtual Library.


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