MITO:
«Los palestinos han cumplido su compromiso de arrestar y procesar a los terroristas».
REALIDAD:
Israel contempló la obligación de los palestinos de prevenir el terror como crucial para proporcionar la seguridad que sus ciudadanos necesitaban para hacer concesiones territoriales. Los palestinos han arrestado a algunos sospechosos terroristas de vez en cuando; sin embargo, tienen una puerta giratoria por la cual la mayoría de ellos son luego puertos en libertad. En el período que siguió a la ruptura de las negociaciones en Camp David el 25 de julio de 2000, y el comienzo de la violencia a fines de septiembre de ese año, más de 50 miembros de Hamás, Yijad Islámica y el Frente Popular para la Liberación de Palestina fueron puestos en libertad.
Para dar un ejemplo del fracaso en la persecución de terroristas, el jefe de Hamás, el jeque Ahmed Yassín, no fue arrestado hasta fines de junio del 2002, y entonces sólo fue puesto bajo arresto domiciliario. Poco después él asistió a un acto político en la Franja de Gaza. Pese a liderar la organización más responsable por la campaña de atentados suicidas contra civiles israelíes, Yassín aún no está en la cárcel.
El trato que la Autoridad Palestina les da a los sospechosos de terrorismo contra Israel está en agudo contraste al que les da a los palestinos acusados de colaborar con Israel o de amenazar el dominio político de Yasser Arafat. Los que cometen «crímenes» contra el pueblo palestino suelen ser arrestados y, en varios casos, rápidamente ejecutados.
La injustificada liberación de esos acusados de violencia contra Israel envía el mensaje a la población palestina de que el terrorismo es aceptable, y también les permite a los terroristas mismos continuar su campaña de violencia contra Israel.
Fuente:
Extracto del libro Mitos y Realidades de la Jewish Virtual Library.
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