jueves, 25 de septiembre de 2014

MITOS Y REALIDADES. #227. El proceso de paz.

MITO:
«Israel ilegalmente ocupó el Complejo del Gobernador del Distrito y las oficinas de los palestinos en la Casa de Oriente, y ha vuelto a ocupar territorio de Jerusalén que había cedido a los palestinos».
 

REALIDAD:

Tras una serie de acciones terroristas, incluida la detonación de una bomba en una pizzería de Jerusalén que mató a 15 personas e hirió a más de 130, —niños, hombres y mujeres— Israel tomó una serie de medidas defensivas en el área de Jerusalén. Uno de esos pasos fue ocupar el Complejo del Gobernador del Distrito y varios edificios adyacentes que estaban siendo usados por las fuerzas de seguridad palestina para organizar e instigar actividades terroristas. Una segunda medida fue cerrar las oficinas de la Autoridad Palestina en la Casa de Oriente en Jerusalén. Esta última medida fue particularmente polémica porque la Casa de Oriente se había convertido en un lugar popular en que los periodistas extranjeros se reunían con los palestinos y era vista por los palestinos como su capital no oficial, donde frecuentemente celebraban reuniones con dignatarios extranjeros.
 


Conforme a los acuerdos israelí-palestinos, las responsabilidades de la seguridad en Jerusalén son del exclusivo dominio de Israel (Acuerdo Interino).

Además de actuar conforme al bien establecido principio de defensa propia según el derecho internacional, las acciones de Israel han sido congruentes con los términos de los acuerdos israelíes-palestinos. Al usar estas áreas como bases para instigar el terror, los palestinos violaron su compromiso de combatir el terrorismo y la violencia (Acuerdo Interino, Anexo I, Artículo IV 1.f.) y a poner en vigor una política de total intolerancia con el terror y la violencia (Memorándum de Wye River II.A.1) Además, han violado la promesa de «renunciar al uso del terrorismo y otros actos de violencia» (carta de Yasser Arafat a Yitzhak Rabín) que fue el fundamento para todo el proceso de Oslo. Finalmente, la decisión del liderazgo palestino de rechazar las negociaciones y de adoptar una estrategia de terrorismo, se burla de la primera recomendación del Informe de la Comisión Mitchell que llama a las partes a «poner inmediatamente en vigor un cese incondicional a la violencia».

Los palestinos quizá estén furiosos por no poder realizar sus actividades políticas en la Casa de Oriente, pero la verdad es que los acuerdos con Israel les impedían hacerlo, en primera instancia. El Acuerdo Interino establece que todas las oficinas de la ATP sólo pueden estar localizadas en áreas bajo la jurisdicción territorial palestina en Cisjordania y la Franja de Gaza (Acuerdo Interino 1.7). Además, las frecuentes reuniones celebradas en la Casa de Oriente entre funcionarios palestinos y diplomáticos extranjeros violaban la prohibición general del ejercicio de relaciones exteriores, contenida en el Artículo IX del Acuerdo Interino.

Israel ha convenido en permitir que los palestinos establezcan instituciones económicas, sociales, educativas y culturales que sirvan a las necesidades de la población de Jerusalén; sin embargo, ninguna actividad política se permite, según el acuerdo firmado por ambas partes. Y, por supuesto, no puede esperarse que Israel permita operaciones terroristas en su capital.


     Fuente:
     Extracto del libro Mitos y Realidades de la Jewish Virtual Library.


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