Reportes que han surgido recientemente indican la presencia de personal militar de Corea del Norte en Siria. Estos precisan que quince pilotos norcoreanos de helicópteros están operando en ese país árabe para el régimen del presidente Bashar Assad.
Los informes fueron confirmados por el pro-rebelde pero generalmente fiable Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
No es la primera evidencia de que Pyongyang está activamente involucrado, en el terreno, en el esfuerzo bélico del régimen de Assad.
A principios de este año, Asharq al- Awsat, el periódico regional con sede en Arabia Saudita, presentó informes de testigos que revelan la presencia de oficiales de Corea del Norte entre las fuerzas terrestres del régimen sirio, en la ciudad de Alepo.
Esta vez, el Observatorio Sirio ha sido la fuente de la información.
Asharq Al- Awsat detalla la presencia de entre once y quince oficiales norcoreanos en la ciudad. Rami Abdul Rahman, miembro de la organización, dijo que los individuos eran oficiales de artillería.
Según dijo, ellos no participan directamente en los combates. Más bien, se dedicaban a proporcionar “apoyo logístico, además de planear el desarrollo de las operaciones militares”.
Estas observaciones constituyen la última confirmación de la estrecha y prolongada relación de cooperación entre Pyongyang y el régimen de los Assad.
El vínculo precede a la guerra siria actual. Forma parte de la red más amplia de relaciones de Corea del Norte en el Medio Oriente.
El testimonio más famoso, por supuesto, lo fue el reactor de plutonio en construcción en las instalaciones de al Kibar cerca de Deir ez- Zor, destruido por Israel en septiembre de 2007, que estaba siendo construido bajo la supervisión de Corea del Norte.
La participación de Corea del Norte en la construcción del reactor fue confirmada por un desertor iraní de alto nivel, Ali Reza Asghari. Según Der Spiegel, los científicos de Corea del Norte estaban presentes en el lugar en el momento del bombardeo.
Pero el incipiente programa nuclear de Assad no fue el único proyecto en el que Damasco se vio asistido por Pyongyang. La cooperación también ha tenido lugar tanto en el campo de las armas convencionales como en el de las armas no nucleares de destrucción masiva.
En una entrevista con Radio Free Asia, el 3 de octubre pasado, Bruce Bechtol, ex analista de la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA, por sus siglas en inglés), manifestó que Corea del Norte ha estado suministrando armas, incluyendo armas químicas, a Siria desde principios de la década de los noventa.
Según Bechtol, Corea del Norte provee a los sirios la capacidad de “conjugar” las armas químicas con los sistemas de misiles. El analista puntualizó que los norcoreanos construyeron dos instalaciones de armas químicas para los sirios, que seguían funcionando hasta esa fecha.
En cuanto a las armas convencionales, Corea del Norte ha jugado un papel vital en el programa de misiles de Siria.
Los norcoreanos son reconocidos expertos en el tráfico ilícito de armamentos. Ellos siguen enviando repuestos para los misiles de Assad durante guerra, por aire y por mar, con frialdad desdeñosa del supuesto embargo internacional de armas. Según un informe de 2012, elaborado por el Consejo de Seguridad de la ONU, Corea del Sur interceptó, en mayo de 2012, un envío de cilindros de grafito en camino a Siria, para los misiles de Assad.
Las autoridades iraquíes afirman haber desviado un avión que transportaba material de Corea del Norte a Siria, en el mes de septiembre pasado.
Bechtol, el ex hombre de la DIA, declaró que “en los últimos meses, ha aumentado el número de asesores y personal de logística norcoreanos, en el terreno, que están ayudando a los sirios reabastecerse”, y ha crecido el mantenimiento de los sistemas de armas que fueron suministradas anteriormente por Pyongyang. Dicho mantenimiento y reabastecimiento, por supuesto, es de vital importancia para un país envuelto en una guerra prolongada, en la que los sistemas están siendo utilizados diariamente.
¿Por qué los norcoreanos están haciendo esto? La respuesta no hay que buscarla en el ámbito de la ideología.
Por el contrario, los norcoreanos están aislados y sujetos a sanciones. Necesitan dinero y venderán a quien les pague.
Entonces, ¿quién les está pagando? En el caso de Siria, la respuesta es - casi con certeza - los iraníes.
Al igual que con Rusia, Siria no recibe como dádivas armas gratis de sus patrocinadores ubicados fuera de la región. En cambio, recibe en calidad de asistencia, dinero en efectivo gratis de su patrón regional, Irán, para el cual la supervivencia del régimen de Assad es de lo más vital.
Este dinero se utiliza para pagar los equipos y las pericias de Pyongyang y Moscú.
Por supuesto, Irán es el principal cliente de Corea del Norte en el Medio Oriente.
Por lo tanto, la evidente implicación de Pyongyang en la guerra siria es también una cuestión de alianzas de larga data, así como también la ganancia monetaria.
Lo más intrigante en los últimos desarrollos es la participación de pilotos de Corea del Norte. No está claro si estos hombres están realmente involucrados en el combate en favor de Assad, o están realizando otras tareas.
Pero su presencia parece sugerir que los problemas del dictador con los recursos humanos también se extienden a su fuerza aérea. La escasez de combatientes dignos de confianza ha sido el principal problema que enfrenta el régimen desde el estallido de la guerra.
Irán ha tratado de resolverlo a través de la inserción de un gran número de combatientes de Hezbollah, voluntarios chiís iraquíes y la Guardia Revolucionaria iraní en las líneas de combate.
Si Pyongyang está suministrando ahora pilotos al régimen; entonces, parece que ya no puede confiar ni siquiera en sus propios aviadores.
Eso es bastante plausible.
Por un lado, el régimen de Assad es, entre otras cosas, el régimen de la “fuerza aérea”. El propio Hafez Assad era piloto y comandante de la Fuerza Aérea Siria.
Pero como en otras partes de las fuerzas armadas, los hombres más leales de la fuerza aérea se encuentran en las posiciones políticamente más sensibles, y no precisamente en las más peligrosas.
Así, mientras que la oficialidad de la poderosísima inteligencia de la Fuerza Aérea siria (Idarat al Mukhabarat al Quwwa al Jawiya) está constituída en gran parte por alauitas sirios; la mayoría de los pilotos son sunitas.
Por lo tanto, es perfectamente posible que los mismos problemas de confianza que afligen a las fuerzas terrestres de Assad, sean aplicables a sus tripulaciones aéreas.
La evidencia sugiere que la presencia de soldados y aviadores de Corea del Norte en Siria añade, en última instancia, al testimonio del esfuerzo decidido, eficaz y continuo de los aliados de Assad, desde el inicio de la guerra, para mantenerlo en su puesto.
También puede suponerse que los norcoreanos han notado y han disfrutado de la política vacilante y sin timón de Estados Unidos en ese mismo tema.
Publicado 07/11/2013
http://www.aurora-israel.co.il/articulos/israel/Newsletter/54653/?utm_source=Noticias+diarias+Martes-TEA&utm_medium=12-11-2013%202da%20edic
Los informes fueron confirmados por el pro-rebelde pero generalmente fiable Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
No es la primera evidencia de que Pyongyang está activamente involucrado, en el terreno, en el esfuerzo bélico del régimen de Assad.
A principios de este año, Asharq al- Awsat, el periódico regional con sede en Arabia Saudita, presentó informes de testigos que revelan la presencia de oficiales de Corea del Norte entre las fuerzas terrestres del régimen sirio, en la ciudad de Alepo.
Esta vez, el Observatorio Sirio ha sido la fuente de la información.
Asharq Al- Awsat detalla la presencia de entre once y quince oficiales norcoreanos en la ciudad. Rami Abdul Rahman, miembro de la organización, dijo que los individuos eran oficiales de artillería.
Según dijo, ellos no participan directamente en los combates. Más bien, se dedicaban a proporcionar “apoyo logístico, además de planear el desarrollo de las operaciones militares”.
Estas observaciones constituyen la última confirmación de la estrecha y prolongada relación de cooperación entre Pyongyang y el régimen de los Assad.
El vínculo precede a la guerra siria actual. Forma parte de la red más amplia de relaciones de Corea del Norte en el Medio Oriente.
El testimonio más famoso, por supuesto, lo fue el reactor de plutonio en construcción en las instalaciones de al Kibar cerca de Deir ez- Zor, destruido por Israel en septiembre de 2007, que estaba siendo construido bajo la supervisión de Corea del Norte.
La participación de Corea del Norte en la construcción del reactor fue confirmada por un desertor iraní de alto nivel, Ali Reza Asghari. Según Der Spiegel, los científicos de Corea del Norte estaban presentes en el lugar en el momento del bombardeo.
Pero el incipiente programa nuclear de Assad no fue el único proyecto en el que Damasco se vio asistido por Pyongyang. La cooperación también ha tenido lugar tanto en el campo de las armas convencionales como en el de las armas no nucleares de destrucción masiva.
En una entrevista con Radio Free Asia, el 3 de octubre pasado, Bruce Bechtol, ex analista de la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA, por sus siglas en inglés), manifestó que Corea del Norte ha estado suministrando armas, incluyendo armas químicas, a Siria desde principios de la década de los noventa.
Según Bechtol, Corea del Norte provee a los sirios la capacidad de “conjugar” las armas químicas con los sistemas de misiles. El analista puntualizó que los norcoreanos construyeron dos instalaciones de armas químicas para los sirios, que seguían funcionando hasta esa fecha.
En cuanto a las armas convencionales, Corea del Norte ha jugado un papel vital en el programa de misiles de Siria.
Los norcoreanos son reconocidos expertos en el tráfico ilícito de armamentos. Ellos siguen enviando repuestos para los misiles de Assad durante guerra, por aire y por mar, con frialdad desdeñosa del supuesto embargo internacional de armas. Según un informe de 2012, elaborado por el Consejo de Seguridad de la ONU, Corea del Sur interceptó, en mayo de 2012, un envío de cilindros de grafito en camino a Siria, para los misiles de Assad.
Las autoridades iraquíes afirman haber desviado un avión que transportaba material de Corea del Norte a Siria, en el mes de septiembre pasado.
Bechtol, el ex hombre de la DIA, declaró que “en los últimos meses, ha aumentado el número de asesores y personal de logística norcoreanos, en el terreno, que están ayudando a los sirios reabastecerse”, y ha crecido el mantenimiento de los sistemas de armas que fueron suministradas anteriormente por Pyongyang. Dicho mantenimiento y reabastecimiento, por supuesto, es de vital importancia para un país envuelto en una guerra prolongada, en la que los sistemas están siendo utilizados diariamente.
¿Por qué los norcoreanos están haciendo esto? La respuesta no hay que buscarla en el ámbito de la ideología.
Por el contrario, los norcoreanos están aislados y sujetos a sanciones. Necesitan dinero y venderán a quien les pague.
Entonces, ¿quién les está pagando? En el caso de Siria, la respuesta es - casi con certeza - los iraníes.
Al igual que con Rusia, Siria no recibe como dádivas armas gratis de sus patrocinadores ubicados fuera de la región. En cambio, recibe en calidad de asistencia, dinero en efectivo gratis de su patrón regional, Irán, para el cual la supervivencia del régimen de Assad es de lo más vital.
Este dinero se utiliza para pagar los equipos y las pericias de Pyongyang y Moscú.
Por supuesto, Irán es el principal cliente de Corea del Norte en el Medio Oriente.
Por lo tanto, la evidente implicación de Pyongyang en la guerra siria es también una cuestión de alianzas de larga data, así como también la ganancia monetaria.
Lo más intrigante en los últimos desarrollos es la participación de pilotos de Corea del Norte. No está claro si estos hombres están realmente involucrados en el combate en favor de Assad, o están realizando otras tareas.
Pero su presencia parece sugerir que los problemas del dictador con los recursos humanos también se extienden a su fuerza aérea. La escasez de combatientes dignos de confianza ha sido el principal problema que enfrenta el régimen desde el estallido de la guerra.
Irán ha tratado de resolverlo a través de la inserción de un gran número de combatientes de Hezbollah, voluntarios chiís iraquíes y la Guardia Revolucionaria iraní en las líneas de combate.
Si Pyongyang está suministrando ahora pilotos al régimen; entonces, parece que ya no puede confiar ni siquiera en sus propios aviadores.
Eso es bastante plausible.
Por un lado, el régimen de Assad es, entre otras cosas, el régimen de la “fuerza aérea”. El propio Hafez Assad era piloto y comandante de la Fuerza Aérea Siria.
Pero como en otras partes de las fuerzas armadas, los hombres más leales de la fuerza aérea se encuentran en las posiciones políticamente más sensibles, y no precisamente en las más peligrosas.
Así, mientras que la oficialidad de la poderosísima inteligencia de la Fuerza Aérea siria (Idarat al Mukhabarat al Quwwa al Jawiya) está constituída en gran parte por alauitas sirios; la mayoría de los pilotos son sunitas.
Por lo tanto, es perfectamente posible que los mismos problemas de confianza que afligen a las fuerzas terrestres de Assad, sean aplicables a sus tripulaciones aéreas.
La evidencia sugiere que la presencia de soldados y aviadores de Corea del Norte en Siria añade, en última instancia, al testimonio del esfuerzo decidido, eficaz y continuo de los aliados de Assad, desde el inicio de la guerra, para mantenerlo en su puesto.
También puede suponerse que los norcoreanos han notado y han disfrutado de la política vacilante y sin timón de Estados Unidos en ese mismo tema.
Publicado 07/11/2013
http://www.aurora-israel.co.il/articulos/israel/Newsletter/54653/?utm_source=Noticias+diarias+Martes-TEA&utm_medium=12-11-2013%202da%20edic
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