domingo, 24 de noviembre de 2013

Artur Mas indigna a las autoridades palestinas durante su viaje a Israel.

* Las críticas se dan después de que el presidente catalán visitara Jerusalén Este, considerado territorio ocupado
* Contra la banalización del nazismo.
* Mas pide el apoyo de Israel ante el "momento único" que vive Cataluña.
* Mas dice que Israel prueba que el Estado catalán es viable.

   Arturo Mas

La decisión de Artur Mas de no reunirse con ninguna autoridad palestina en los cuatro días que ha durado su viaje oficial a Israel ha causado un profundo malestar en la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). El presidente de la Generalitat ha optado por entrevistarse solo con autoridades Israelíes con el argumento de que el viaje era eminentemente económico. Sin embargo ha pisado suelo que las autoridades palestinas consideran ocupado al visitar la Ciudad Vieja de Jerusalén.

El portavoz de la OLP, Xavier Abu Eid , explicó a EL PAÍS que Mas no debería haber pisado la Ciudad Vieja de Jerusalén si su visita se limitaba solo a Israel. “No le vamos a decir que no vaya a Israel, pero si no quiere ir a Palestina sí le pedimos que no vaya a Jerusalén Oriental”, dijo. La razón que argumenta la OLP es que, con esta actuación, “de forma consciente o inconsciente Mas ayudó a legitimar una ocupación que reconocen todos los organismos oficiales”, dijo este portavoz.

La comunidad internacional no reconoce la anexión de Jerusalén Este, dentro de la cual la OLP incluye la Ciudad Vieja de Jerusalén, por parte de Israel y sigue considerando que es un territorio ocupado, donde los palestinos quieren establecer la capital del Estado al que aspiran.

La OLP confirmó ayer que Mas no solicitó
 en ningún momento reunirse con ellos.

Del mismo modo, al gobierno de la Autoridad Nacional Palestina le parece que la actuación del presidente catalán es especialmente censurable dadas las relaciones de “respeto” y “admiración” que entre el pueblo palestino existe hacia España “y particularmente hacia Cataluña”. Por esta razón el portavoz de la OLP considera que el presidente catalán “se ha puesto en el lado equivocado de la historia”.

La teoría que defienden las autoridades palestinas es que la visita a Jerusalén Este, donde se halla el Muro de las Lamentaciones, lugar más sagrado del judaísmo, y que Mas visitó acompañado de una nutrida comitiva, no forma parte de los recorridos habituales de los jefes de Estado que solo visitan Israel.

“Sabemos que el señor Mas no es líder de un Estado. Sin embargo, e independientemente de su condición de presidente autonómico, el derecho internacional rige para todos”, dijo Abu Eid, quien remachó. “Lo que ha hecho el presidente de la Generalitat es una grave falta”.

“Se ha puesto del lado equivocado de 
la historia”, dice un portavoz de la OLP.

Durante el viaje a Israel Mas ha argumentado que solo se reunía con dirigentes israelíes porque el viaje era más económico que político. La mayor parte de actos del presidente catalán han sido en universidades, centros de investigación y con empresas locales. Con todo, también fue recibido por el presidente de Israel, Shimon Peres y por el ministro de Finanzas, Yair Lapid, quien muchas encuestas sitúan como bien posicionado para llegar en el futuro al puesto de primer ministro.

La OLP confirmó ayer que Mas no solicitó en ningún momento reunirse con ellos. La organización se está planteando protestar formalmente ante la embajada de España en Israel, que colaboró activamente en la organización de la visita.

Otras fuentes palestinas indican que lo lógico hubiera sido que, en caso de no quererse entrevistar con ningún dirigente de alto nivel de la Autoridad Nacional Palestina, el presidente catalán hubiese tenido algún tipo de gesto hacia este país visitando de forma privada alguna de las ciudades palestinas próximas a Jerusalén, como Belén.

La polémica abierta por Artur Mas recuerda a la OLP la que se creó el pasado mes de abril cuando el jefe de la diplomacia canadiense John Baird se reunió en Jerusalén Este con la ministra de Exteriores Israelí, Tzipi Livni. La Autoridad Nacional Palestina expresó entonces por todos los medios diplomáticos su “profundo descontento” con el Gobierno canadiense.

En un plan ofrecido en 2008 por el exprimer ministro Ehud Olmer a la Autoridad Palestina, la Ciudad Vieja de Jerusalén hubiera quedado bajo supervisión de un consorcio internacional compuesto por cinco naciones: Arabia Saudí, Jordania, Estados Unidos, Israel y el nuevo Estado Palestino.


Publicado el 14/11/2013 por Miguel Noguer en Jerusalén para EL PAIS.


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