MITO:
«La OLP estaba dispuesta a abandonar Beirut en el verano de 1982 para salvar a la población civil de otro ataque, pero Israel hizo esto Imposible».
REALIDAD:
Por más de un mes, la OLP se mostró intransigente, intentando extraer una victoria política de su derrota militar. Arafat declaró su disposición «en principio» de abandonar Beirut, luego rehusó ir a ningún otro país. Durante el sitio, la OLP se escondía detrás de civiles inocentes, calculando que si Israel iba a atacar, sería internacionalmente condenado. Eso es precisamente lo que sucedió.
Yasir Arafat
A mediados de junio, las tropas israelíes habían rodeado de 6.000 a 9.000 terroristas que se habían posicionado en medio de la población civil de Beirut Occidental. Para evitar bajas civiles, Israel convino en un cese al fuego que le permitiera a un diplomático norteamericano, el embajador Philip Habib, mediar por una retirada pacífica de la OLP del Líbano. Como gesto de flexibilidad, Israel convino en permitir que las fuerzas de la OLP salieran de Beirut con sus armas personales. Pero la OLP siguió haciendo nuevas demandas.
Philip Habib.
Durante semanas, la OLP estuvo hablando de retirada, mientras la vinculaba a condiciones que la hacían imposible. La OLP adoptó una estrategia de violaciones controladas del cese al fuego, con el propósito de infligir bajas a Israel y provocar una represalia lo bastante significativa que le permitiera culpar a la FDI de romper las negociaciones y agredir a los civiles.
«Los israelíes bombardearon edificios, que vistos desde afuera tienen una apariencia inocente, donde sus servicios de inteligencia les dijeron que estaban escondidas las oficinas de la OLP», escribió el analista del Oriente Medio Joshua Muravchik. «Sus servicios de inteligencia también les informaron de la gigantesca red de instalaciones subterráneas donde la OLP almacenaba armas y municiones que fueron más tarde descubiertas por el ejército libanés. No hay dudas de que los israelíes dejaron caer algunas bombas a la espera de penetrar en esas instalaciones y detonar esos depósitos. La OLP tenía tanto artillería como antiaéreos (equipo) montados en camiones. Estos dispararían contra los israelíes y luego se moverían». Los israelíes responderían al fuego y a veces errarían, alcanzando sin proponérselo objetivos civiles.
En numerosos ejemplos, los medios de prensa reportaron erróneamente que Israel estaba atacando objetivos civiles en áreas donde no había militares por los alrededores. Una noche de julio, los israelíes bombardearon siete embajadas en Beirut. La NBC transmitió un informe que parecía otorgarle crédito a las alegaciones de la OLP de que no había ninguna posición militar en el área. Israel, apuntaba Muravchick, «no tardó en publicar fotos de reconocimiento que mostraban la zona de las embajadas repletas de tanques, morteros, ametralladoras pesadas y puestos antiaéreos».
Fuente:
Extracto del libro Mitos y Realidades de la Jewish Virtual Library.
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