MITO:
«Israel "ocupa" la Cisjordania».
soldados jordanos.
REALIDAD:
En política las palabras son importantes y, desafortunadamente, el mal uso de palabras aplicadas al conflicto árabe-israelí ha configurado percepciones para desventaja de Israel. Como en el caso de la Cisjordania, la palabra «ocupación» ha sido secuestrada por los que desean pintar a Israel de la manera más negativa posible.
También les brinda a los apologistas un medio para intentar explicar el terrorismo como «resistencia a la ocupación», como si las mujeres y los niños asesinados por los terroristas suicidas en autobuses, pizzerías y centros comerciales fueran responsables de la situación de los árabes. Dadas las connotaciones negativas de un «ocupante», no es sorprendente que portavoces árabes usen la palabra, o algunas variantes, tantas veces como sea posible cuando son entrevistados por la prensa. La descripción más precisa de los territorios en Judea y Samaria es de territorios «en disputa».
De hecho, a la mayoría de los otros territorios en disputa alrededor del mundo no se les menciona como siendo ocupados por la parte que los controla. Esto es cierto, por ejemplo, de la debatida región de Cachemira.`
La ocupación suele referirse al control extranjero de un área que estaba bajo la anterior soberanía de otro Estado. En el caso de la Cisjordania, no había ninguna legítima soberanía antes de que el territorio hubiera sido ilegalmente ocupado por Jordania de 1948 a 1967. Los palestinos nunca exigieron un fin de la ocupación jordana y la creación de un Estado palestino.
Es también importante distinguir la adquisición de territorio en una guerra de conquista a diferencia de una guerra de autodefensa. Una nación que ataca a otra y luego retiene el territorio que conquista es una ocupante. La que adquiere territorio en el curso de defenderse no está en la misma categoría. Y ésta es la situación con Israel, que específicamente le dijo al rey Hussein que si Jordania se mantenía fuera de la guerra de 1967, Israel no lucharía contra él. Hussein ignoró la advertencia y atacó a Israel. Mientras se defendía del asalto, y expulsaba a las tropas invasoras jordanas, Israel llegó a controlar la Cisjordania.
Al rechazar las demandas árabes de que Israel deba retirarse de todos los territorios adquiridos en 1967, la resolución 242 del Consejo de Seguridad de NACIONES UNIDAS reconoció que Israel tenia derecho a reclamar al menos parte de esas tierras para (establecer) nuevas fronteras defendibles.
Desde (las conversaciones de paz de) Oslo, el caso para clasificar a Israel como una potencia ocupante se ha debilitado aún más por el hecho de que Israel transfirió virtualmente toda la jurisdicción civil (de los territorios) a la Autoridad Palestina. Israel retuvo el poder de controlar su propia seguridad externa y la de sus ciudadanos, pero el 98 por ciento de la población palestina en la Cisjordania y Gaza vino a quedar bajo la jurisdicción de la Autoridad Palestina. El extremo por el cual Israel se ha visto obligado a mantener una presencia militar en los territorios ha dependido de la falta de disposición de los palestinos de terminar la violencia contra Israel. El mejor modo de terminar la disputa sobre los territorios es que los palestinos cumplan sus obligaciones de mantener los acuerdos de Oslo, reformen la Autoridad Palestina, detengan el terrorismo y negocien un acuerdo final.
Fuente:
Extracto del libro Mitos y Realidades de la Jewish Virtual Library.
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