REALIDAD:
Durante el verano de 1948, el conde Folke Bernadotte fue enviado por las NACIONES UNIDAS a Palestina para mediar una tregua e intentar negociar un arreglo. El plan de Bernadotte proponía que el estado judío traspasara el Negev y Jerusalén a Transjordania y recibiera a cambio la Galilea Occidental. Esto era semejante a las fronteras que habían sido propuestas antes de que se aprobara la partición, y que habían sido rechazadas por todas las partes. Ahora, la propuesta se ofrecía después de que los árabes se habían ido a la guerra para evitar la partición y que se instaurara un estado judío. Tanto los judíos como los árabes rechazaron el plan.
Folke Bernadotte
Irónicamente, Bernadotte encontró poco entusiasmo entre los árabes por la independencia. Él escribió en su diario:
Los árabes palestinos no tenían al presente ninguna voluntad propia. Tampoco han desarrollado jamás ningún nacionalismo específicamente palestino. La demanda por un estado árabe separado en Palestina es, en consecuencia, relativamente débil. Parecería como si en las actuales circunstancias la mayoría de los árabes palestinos se sentirían felices de ser incorporados a Transjordania.
El fracaso del proyecto de Bemadotte se produjo al tiempo que los judíos comenzaron a tener mayor éxito en repeler las fuerzas invasoras y expandir el control sobre territorio que quedaba fuera de las fronteras de la partición.
Fuente:
Extracto del libro Mitos y Realidades de la Jewish Virtual Library.
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