viernes, 18 de octubre de 2013

MITOS Y REALIDADES. #20. El periodo del mandato británico.

MITO:
«El muftí no era antisemita».


REALIDAD:
En 1941, Haj Amín al-Husseini voló a Alemania y se reunió con Adolf Hitler, Heinrich Himmler, Joachim Von Ribbentrop y otros líderes nazis, a quienes quería persuadir de que extendieran el programa antijudío de los nazis al mundo árabe.

El muftí le envió a Hitler 15 versiones de las declaraciones que él quería que Alemania e Italia hicieran tocante al Oriente Medio. Una de ellas pedía que ambos países declararan la ilegalidad del hogar judío en Palestina. Además, «acuerden para Palestina y los otros países árabes, el derecho a resolver el problema de los elementos judíos en Palestina y otros países árabes, conforme a los intereses de los árabes y, por el mismo método que ahora se está resolviendo el problema en los países del Eje».



En noviembre de 1941, el muftí se reunió con Hitler, quien le dijo que los judíos eran sus peores enemigos. El dictador nazi rechazó las peticiones del muftí por una declaración en apoyo a los árabes; diciéndole, sin embargo, que el momento no era propicio. El muftí le ofreció a Hitler su «agradecimiento por la simpatía que siempre había mostrado por los árabes y especialmente por la causa palestina, y a la cual él siempre le había dado clara expresión en sus discursos públicos...Los árabes eran amigos naturales de Alemania porque tenían los mismos enemigos que tenía Alemania, es decir... los judíos...» Hitler respondió:

Alemania estaba en pro de una guerra irreconciliable contra los judíos. Eso naturalmente incluía una activa oposición al hogar nacional judío en Palestina... Alemania suministraría ayuda positiva y práctica a los árabes comprometidos en la misma lucha... el objetivo de Alemania [es] ...solamente la destrucción del elemento judío que reside en la esfera árabe... En esa hora el muftí sería el portavoz más autorizado del mundo árabe. El muftí le dio a Hitler abundantes muestras de gratitud.

En 1945, Yugoslavia procuró enjuiciar al muftí como criminal de guerra por su papel en reclutar 20.000 voluntarios musulmanes para las SS, que participaron en las matanzas de judíos en Croacia y Hungría. Sin embargo, él escapó de la detención francesa en 1946 y prosiguió su lucha contra los judíos desde el Cairo y más tarde desde Beirut. Murió en 1974.



Fuente:
Extracto del libro Mitos y Realidades de la Jewish Virtual Library.


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