domingo, 27 de octubre de 2013

MITOS Y REALIDADES. #36. La guerra de los seis días.

MITO:
«Los gobiernos árabes estaban listos a aceptar a Israel después de la guerra de Suez».

REALIDAD:
Israel expresó firmemente su deseo de negociar con sus vecinos. En un discurso ante la Asamblea General de NU el 10 de octubre de 1960, la ministra de relaciones exteriores Golda Meir retó a los líderes árabes a que se reunieran con el primer ministro David Ben-Gurión para negociar un arreglo de paz. Nasser respondió el 15 de octubre, diciendo que Israel estaba intentando engañar al mundo, y reiterando que su país nunca reconocería al Estado judío.
   Golda Meir

Los árabes fueron igualmente terminantes en su rechazo a negociar un acuerdo separado para los refugiados. Como Nasser le dijo a la Asamblea Nacional de la República Árabe Unida el 26 de marzo de 1964:

Israel y el imperialismo en torno nuestro, que nos confrontan, son dos cosas distintas. Ha habido intentos de separarlos, a fin de segmentar los problemas y presentarlos en una luz imaginaria, como si el problema de Israel fuera el problema de los refugiados, con la solución del cual el problema de Palestina también se resolverá y no quedará ningún residuo del problema. El peligro de Israel consiste en la existencia misma de Israel como es al presente y lo que representa.

Entre tanto, Siria usaría las zonas, que se elevan a 3.000 pies por encima de la Galilea, para bombardear las granjas y aldeas israelíes. Los ataques de Siria se hicieron más frecuentes en 1965 y 1966, mientras la retórica de Nasser se hacía cada vez más belicosa: «no entraremos en Palestina con su suelo cubierto de arena», dijo el 8 de marzo de 1965. «Entraremos con su suelo empapado en sangre».

De nuevo, pocos meses después, Nasser expresaba la aspiración de los árabes: «...la plena restauración de los derechos del pueblo palestino. En otras palabras, aspiramos a la destrucción del Estado de Israel. El objetivo inmediato: la perfección del poderío militar árabe. El objetivo nacional: la erradicación de Israel»


Fuente:
Extracto del libro Mitos y Realidades de la Jewish Virtual Library.


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