MITO:
«El boicot económico árabe a Israel fue impuesto después de la guerra de 1948».
REALIDAD:
El boicot árabe fue declarado formalmente por el recién creado Consejo de la Liga Árabe el 2 de diciembre de 1945: «los productos y artículos manufacturados judíos serán considerados indeseables para los países árabes». Todas las «instituciones, organizaciones, comerciantes, agentes a comisión e individuos» árabes fueron llamados a «rehusar comerciar, distribuir o consumir productos o artículos manufacturados sionistas. Como resulta evidente en esta decoración, los términos «judío» y «sionista» se usan como sinónimos. Por tanto, aun antes del establecimiento de Israel, los estados árabes habían declarado un boicot económico contra los judíos de Palestina.
El boicot, según revolucionó después de 1948, está dividido en tres componentes. El boicot primario prohíbe el comercio directo entre Israel y las naciones árabes. El boicot secundario se dirige a las compañías que hacen negocios con Israel El boicot terciario incluye la lista negra de firmas que comercian con otras compañías que hacen negocios con Israel.
Los objetivos del boicot han sido aislar a Israel de sus vecinos y de la comunidad internacional, y negarle un mercado que podría ser usado para aumentar su poder económico y militar. Aunque indudablemente aisló a Israel y separó al Estado judío de sus mercados mas naturales, el boicot no pudo minar la economía de Israel hasta el grado en que buscaba hacerlo.
En 1977, el Congreso [norteamericano] les prohibió a las compañías de EE.UU. que cooperaran con el boicot árabe. Cuando el presidente Carter firmó la ley, dijo que «el problema afecta el tuétano mismo del libre comercio entre las naciones» y que estaba concebido «para ponerle fin a los efectos divisivos sobre la vida norteamericana de boicots extranjeros contra miembros judíos de nuestra sociedad».
La Liga Árabe amenazó con asumir una postura decisiva contra la nueva ley, que fue considerada como parte de «una campaña de leyes y proyectos de leyes histéricos... que Israel y el sionismo mundial intenta no sólo imponer en EE.UU., sino también en algunos países de Europa Occidental».
Contrario a los argumentos de que la ley conduciría a una drástica reducción del comercio norteamericano con el mundo árabe, las importaciones y exportaciones aumentaron substancialmente. Las relaciones diplomáticas y comerciales se ampliaron y mejoraron. Sin embargo, ciertas compañías norteamericanas fueron incluidas en una lista negra por sus relaciones con Israel.
El 30 de septiembre de 1994, los seis miembros del Consejo de Cooperación del Golfo anunciaron que no seguirían apoyando el boicot secundario que impedía el comercio con compañías que hicieran negocios con Israel. En una reunión en Taba, Egipto, el 7 y 8 de febrero de 1995, líderes comerciales egipcios, norteamericanos, jordanos y palestinos firmaron un documento conjunto —la Declaración de Taba— apoyando «todos los esfuerzos por terminar el boicot a Israel».
Desde la firma de los acuerdos de paz entre Israel y la OLP y Jordania, el boicot lentamente se ha derrumbado. La Liga Árabe fue obligada a cancelar varias reuniones sobre el boicot convocadas por los anfitriones sirios debido a la oposición de países como Kuwait, Marruecos y Túnez. El boicot primario —que prohibe las relaciones directas entre países árabes e Israel— se resquebrajó cuando naciones como Qatar, Omán y Marruecos negociaron tratos con Israel. Además, pocos países fuera del Oriente Medio cumplieron con el boicot. Sin embargo, el boicot sigue estando técnicamente en vigor, y varios países, principalmente Arabia Saudita (que, por ejemplo, prohibe productos que llevan la estrella de David), aún lo imponen.
Fuente:
Extracto del libro Mitos y Realidades de la Jewish Virtual Library.
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