MITO:
«El asalto militar de Israel en 1956 no fue provocado».
REALIDAD:
Egipto
había mantenido su estado de beligerancia con Israel después de que se
firmara el Convenio de Armisticio. La primera manifestación de esto fue
el cierre del canal de Suez a los barcos israelíes. El 9 de agosto de
1949, la Comisión Mixta de Armisticio de NACIONES UNIDAS corroboró la denuncia de
Israel de que Egipto estaba bloqueando ilegalmente el canal. El
negociador de NU Ralph Buchhe declaró: «Debería abrirse el tránsito a la
navegación marítima y no permitirse que subsista ningún vestigio de
bloqueo militar, ya que ambas cosas son incompatibles con la letra y el
espíritu de los acuerdos del armisticio».
El
1 de septiembre de 1951, el Consejo de Seguridad ordenó a Egipto que
abriera el canal a la navegación israelí. Egipto rehusó obedecer.
El ministro de relaciones exteriores egipcio, Mohamed Salh-al-Din, dijo a principios de 1954:
El pueblo árabe no se avergonzará de declarar: no nos sentiremos satisfechos excepto por la obliteración final de Israel del mapa del Oriente Medio.
En 1955, el presidente egipcio Gamal Abdel Nasser comienzó a importar armas del bloque sovietico a fin de aumentar su arsenal para la
confrontacien con Israel A corto plazo, sin embargo, empleO una nueva
tActica para proseguir Ia guerra de Egipto con Israel El 31 de agosto de
1955, anunciaba:
Egipto
ha decidido despachar a sus héroes, sus discípulos de faraón y los hijos
del Islam y ellos limpiaran la tierra de Palestina... No habrá paz en la frontera de Israel porque exigimos venganza, y la venganza es la
muerte de Israel.
Gamal Abdel Nasser
Estos
«héroes» eran terroristas árabes, o fedayines, adiestrados y equipados
por la inteligencia egipcia para incurrir en acciones hostiles en la
frontera, e infiltrarse en Israel y cometer actos de sabotaje y
asesinatos. Los fedayines operaban principalmente desde bases en
Jordania, de manera que Jordania soportaría el peso de la represalia de
Israel, que inevitablemente seguiría. Los ataques terroristas violaban
la cláusula del Convenio de Armisticio que prohibía la iniciación de
hostilidades por fuerzas paramilitares; sin embargo, fue Israel el que
resultó condenado por el Consejo de Seguridad de NACIONES UNIDAS por sus
contraataques.
La
escalada continuó con el bloqueo egipcio de la línea de navegación de
Israel en el Estrecho de Tirán, y la nacionalización de Nasser del canal
de Suez en julio de 1956. El 14 de octubre, Nasser puso en claro sus
intenciones:
No
estoy luchando solamente contra Israel mismo. Mi tarea es librar al
mundo árabe de la destrucción a través de las maquinaciones de Israel,
que tienen sus raíces afuera. Nuestro odio es muy fuerte. No tiene
ningún sentido hablar de paz con Israel. No existe ni el más mínimo
lugar para las negociaciones.
Menos
de dos semanas después, el 25 de octubre, Egipto firmó un acuerdo
tripartito con Siria y Jordania que ponía a Nasser al mando de los tres ejércitos.
El
continuo bloqueo del canal de Suez y del golfo de Aqaba a la navegación
Israelí, junto con el aumento de los ataques de los fedayines y la
belicosidad de los últimos pronunciamientos árabes, Ilevó a Israel, con
el respaldo de Gran Bretaña y Francia, a atacar a Egipto el 29 de
octubre de 1956. El ataque Israelí a
Egipto fue exitoso, y las fuerzas israelíes tomaron la franja de Gaza,
gran parte del Sinaí y Sharm el-Sheik. Un total de 231 soldados murieron
en combate.
Abba Eban, el embajador Israelí ante las NU, explicó las provocaciones ante el Consejo de Seguridad el 30 de octubre:
Durante
los seis años que esta beligerancia ha operado en violación del
Convenio de Armisticio han ocurrido 1.843 casos de robo a mano armada;
1.139 casos de choques con fuerzas armadas egipcias, 435 casos de
incursiones desde territorio controlado por los egipcios, 172 casos de
sabotajes perpetrados por unidades militares y fedayines egipcios en
Israel. Como resultado de estas acciones de hostilidad egipcia dentro de
Israel, 364 israelíes fueron heridos y 101, muertos. En 1956 solamente,
como resultado de este aspecto de la agresión egipcia, 28 israelíes
fueron muertos y 127 heridos.
Una
razón por la que estas incursiones resultaban tan intolerables para
Israel era que el país había elegido crear un ejército regular
relativamente pequeño y dependía sobre todo de reservistas en el caso de
una guerra. Esto significaba que Israel tenía una pequeña fuerza para
combatir en caso de una emergencia, que las amenazas que provocaban la
movilización de las reservas podrían virtualmente paralizar el país y
que un ataque de penetración inicial del enemigo tendría que ser
contenido mucho antes de completar la movilización.
Fuente:
Extracto del libro Mitos y Realidades de la Jewish Virtual Library.
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