sábado, 26 de octubre de 2013

MITOS Y REALIDADES. #34. El camino a Suez.

MITO:
«Israel no tenía ninguna razón para atacar a Egipto; fue a la guerra para promover los intereses imperialistas de Francia y Gran Bretaña».

REALIDAD:
Eisenhower había logrado persuadir a británicos y franceses de no atacar a Egipto después de que Nasser nacionalizó el canal de Suez en julio de 1956. Cuando el acuerdo sobre el uso del Canal demostró ser confiable en las semanas subsiguientes, se hizo cada vez más difícil justificar una acción militar. Sin embargo, los franceses y los británicos querían desesperadamente poner a Nasser en su lugar y recobrar su posesión estratégica.
   Eisenhower.

Los franceses habían venido estrechando sus nexos con el nuevo gobierno israelí, política, diplomática y militarmente. De hecho, a lo largo de las próximas dos décadas, los franceses serían los principales suministradores de armas de Israel. La actitud británica hacia Israel había cambiado poco desde el período del mandato. Una amargura residual por la larga batalla de casi tres décadas librada con los sionistas, combinada con la progresiva alianza con Jordania, desalentaba cualquier cambio de política.

Sin embargo, los franceses habían llegado a la conclusión de que podrían usar el temor de Israel a la agresión egipcia, y el continuo bloqueo, como un pretexto para su propio ataque contra Nasser. Los británicos no podían perder la oportunidad de unírseles.

Las tres naciones subsecuentemente convinieron en un plan por el cual Israel lanzaría paracaidistas cerca del Canal y enviaría sus blindados a través del desierto de Sinaí. Los británicos y los franceses pedirían luego que ambas partes se retiraran de la zona del canal, totalmente convencidos de que los egipcios rehusarían. En ese momento, las ropas británicas y francesas serian desplegadas para «proteger» el canal.



Desde la perspectiva de Israel, el continuo bloqueo del canal de Suez y del golfo de Aqaba, combinado con el creciente ataque de los fedayines, y la belicosidad de las últimas declaraciones árabes, hacia la situación intolerable. Más bien que continuar una guerra de desgaste con los terroristas y esperar que Nasser y sus aliados robustecieran sus fuerzas lo suficiente para librar una nueva guerra, el primer ministro Israeli Ben-Gurión decidió lanzar un ataque preventivo. El respaldo de los británicos y los franceses, creyó él, le daría cobertura contra la oposición de EE.UU. En eso se equivocó.


Fuente:
Extracto del libro Mitos y Realidades de la Jewish Virtual Library.


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