Aquí examinamos el impacto que los hallazgos de gas en el Mediterráneo Oriental pueden tener en las economías de la región y algunas de las implicaciones más amplias a futuro. Mientras que la cantidad de gas es pequeña para los estándares internacionales, es muy importante para los países en cuyas aguas se ha encontrado.
Egipto y Siria son productores veteranos, pero aquí nos centramos en los nuevos jugadores: Chipre, Israel, Líbano y la Autoridad Palestina. También se considerará el impacto en Jordania. Estos países tienen una población total de alrededor de 47 millones y que se espera que aumente a 60 millones en 2030, proporcionando las bases para un mercado potencial de la energía mucho más grande. Con la excepción de Siria, han tenido pocas fuentes naturales de energía y se han basado en las importaciones, lo que ha debilitado su balanza de pagos.
El suministro de gas, costa afuera, va a sustituir las importaciones y así fortalecerá la economía (suponiendo que los recursos se utilicen para la inversión y no sólo para el consumo de energía). Estas economías fortalecidas serán los mercados más grandes y por lo tanto la región se hará más importante a nivel internacional. La probabilidad de que las exportaciones de gas de la región se traducen en el interés de los países de Europa Occidental que deseen diversificar las importaciones de gas sin depender de Rusia. Rusia, a su vez, también está interesada en participar en el desarrollo de gas del Mediterráneo Oriental con el fin de mantener su influencia en el mercado europeo. Las ventas en la región - por ejemplo, desde Israel a Jordania, la Autoridad Palestina, e incluso a Egipto y Turquía- se ven como solución a los problemas energéticos locales - con implicaciones políticas importantes.
Mucha cantidad para Israel pero no tanta para el mundo.
En 2010, el Servicio Geológico del gobierno de EE.UU. anunció sus estimaciones de 3455 billones de metros cúbicos de gas natural y 1700 millones de barriles de petróleo recuperables en la cuenca del Levante, que es parte del Mediterráneo Oriental. Zonas on-shore y off-shore de Israel cubren el 45 por ciento de la cuenca del Levante. 850 mil de metros cúbicos de gas ya se han encontrado en las aguas territoriales de Israel. Las reservas mundiales de gas a finales de 2012 se estimaron por British Petroleum en 187.300 millones de metros cúbicos por lo que la cuenca del Levante ha añadido un 1,8 por ciento de las reservas mundiales.
Aunque muy importantes para Israel, sus reservas probadas y posibles son muy pequeñas para los estándares mundiales. La primera entrega de gas se llevó a cabo en el campo de Tamar a finales de marzo de 2013, después de cuatro años de trabajo de desarrollo. El caudal total inicial es de 7500 millones de metros cúbicos al año y, en julio de 2013, Tamar había producido un bruto de 18 millones de metros cúbicos de gas por día, el 94 por ciento del total producido en Israel.
Complicaciones de los países vecinos.
Aparte de Israel, el país más activo en la exploración de gas ha sido Chipre. Nicosia estaba deseoso de negociar su Zona Económica Exclusiva (ZEE) de frontera con Israel (algo que ya ha hecho con Egipto en 2003), y llegó a un acuerdo en diciembre de 2010. Un año más tarde, el campo de Afrodita fue descubierto en aguas chipriotas, sólo a 35 km. al oeste del campo Leviatán de Israel. Las reservas estimadas en ese campo de hasta 230 mil millones de metros cúbicos serían más que suficientes para cubrir todas las necesidades energéticas de Chipre de 200 años. Una parte significativa de gas del Mediterráneo Oriental - alrededor de 1700 millones de metros cúbicos - se encuentra en la zona económica exclusiva de Chipre, una zona al sur de la isla, que Chipre se ha cobrado los derechos legales para explorar y perforar. Si se materializa, el campo será suficiente para satisfacer el consumo interno durante décadas, reducir su importante deuda con la Unión Europea y cumplir con la ambición de la isla para convertirse en un exportador de energía.
La producción de gas y petróleo futuro y en este país pobre en recursos, reducirá considerablemente las facturas de importación de combustible. El desarrollo del sector de petróleo y gas también traerá grandes inversiones de capital, la creación de muchos puestos de trabajo y la generación de ingresos tanto para el gobierno y las exportaciones. Chipre depende en gran medida de las importaciones de petróleo.
En la histórica dependencia de la economía chipriota, las importaciones de energía ocupan el lugar más alto de la Unión Europea (el 6 por ciento del PBI).
Pero las tensiones políticas entre los países vecinos pueden complicar aún más las cosas. Turquía se opone a la exploración por el gobierno chipriota griego hasta que la reconciliación con las autoridades turco-chipriotas se haya logrado. Esto significa que Chipre no puede comenzar plenamente sus propias actividades de exploración de petróleo y gas hasta que se resuelvan estas cuestiones.
El Líbano, por su parte, ha anunciado el descubrimiento de un enorme yacimiento de gas natural con un estimado de 855 mil millones de metros cúbicos de gas natural. Líbano ha puesto en marcha la primera ronda del proceso de licitación de 46 empresas internacionales de exploración de petróleo y gas. La fecha límite para que las empresas presenten ofertas ha sido octubre 2013, con contratos que se firmaron para febrero de 2014. El ministro de Energía prevé que la producción de gas comenzará en 2020. El valor de las reservas de gas frente a la costa de Líbano ha sido estimado entre 300 mil millones y 700 mil millones dólares, mientras que su PBI es de sólo 43 mil millones de dólares.
La inestabilidad política regional y nacional involucra el riesgo en el desarrollo del gas en el Líbano. La prolongada guerra civil de Siria se ha extendido a áreas localizadas de Líbano y que causan brotes de violencia. También hay una disputa sobre las fronteras marítimas con Israel. Las delineaciones conflictivas entre el Líbano e Israel han dejado una zona en disputa de unos 854 kilómetros cuadrados en el Mediterráneo. Las disputas de límites marítimos son comunes, pero la tensión entre el Líbano e Israel, que están en un estado de guerra, incrementará la percepción de riesgo de los inversores.
Sumando riesgos para los inversores, la economía de Líbano también sufre de una gran deuda pública, lo que, a finales de junio de 2013, representó el 140 por ciento de su PBI. Los funcionarios libaneses esperan que el sector del petróleo y el gas, que podría eclipsar cualquier otro sector de la economía, vaya a generar los fondos necesarios para hacer frente al problema de la deuda. También aliviará las grandes facturas de las importaciones de combustible y el problema crónico de la escasez de electricidad. Pero en muchos países en desarrollo, sobre todo después de los conflictos, estos ingresos han sido una maldición, alimentando la corrupción y el conflicto interno, y el aumento de la pobreza. El riesgo de que esto ocurra en el Líbano es muy grande.
Jordania ha sufrido de inseguridad energética extrema puesto que sus importaciones de gas fueron interrumpidas por los terroristas de la frontera egipcia. La opción de un suministro seguro de Israel es realista ya que terminaría con una limitación clave de la economía y por lo tanto contribuirá a la estabilidad política y la mejora de las relaciones entre los dos países. La Autoridad Palestina también puede optar por importar gas de Israel, por lo menos hasta que se desarrollen sus propios recursos de la costa de Gaza.
Para concluir, podemos decir que buena parte de la especulación sobre los cambios dramáticos en el balance estratégico por gas del Mediterráneo oriental se ha exagerado. Los beneficios para un país industrializado como Israel serán sustanciales si los ingresos se utilizan para la inversión en lugar del consumo, y una economía más fuerte podrá fortalecer también la posición estratégica del país. Esto también será válido para otros países de la región si se utilizan los ingresos correctamente.
http://www.aurora-israel.co.il/articulos/israel/Opinion/54515/
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