MITO:
"Los sionistas no hicieron ningún esfuerzo por llegar a un acuerdo con los árabes".
REALIDAD:
En 1913, el liderazgo sionista reconoció el deseo a un acuerdo con los árabes. Sami Hochberg, dueño del periódico Le-Jeune-Turc, representó informalmente a los sionistas en una reunión con el Partido de la Descentralización, con sede en el Cairo, y con la Sociedad de la Reforma Antiotomana de Beirut, y pudo llegar a un acuerdo. Esta "entente verbale" llevó a adoptar una resolución en que se les garantizaban a los judíos iguales derechos bajo un gobierno descentralizado. Hochberg también fue invitado al Primer Congreso Árabe, celebrado en París en junio de 1913.
El Congreso Árabe resultó ser sorprendentemente receptivo a las aspiraciones sionistas. Hochberg quedó alentado por la respuesta favorable del Congreso a la "entente verbale". Abd-ul-Hamid Yahrawi, el presidente del Congreso, resumió así la actitud de los delegados:
Todos nosotros, tanto musulmanes como cristianos, tenemos los mejores sentimientos hacia los judíos. Cuando hablamos en nuestras resoluciones acerca de los derechos y las obligaciones de los sirios, esto abarcaba a los judíos también. Por ser nuestros hermanos de raza y considerarlos como sirios que fueron obligados a dejar su país en un tiempo, pero cuyos corazones siempre laten junto con los nuestros, estamos seguros de que nuestros hermanos judíos de todo el mundo sabrán cómo ayudarnos para que nuestros intereses comunes puedan llegar a tener éxito y nuestro común país llegue a desarrollarse tanto material como moralmente (énfasis del autor).
La "entete verbale" que Hochberg negoció resultó no efectiva por los resultados de la guerra. La abierta oposición árabe a la Declaración de Balfour convenció al liderazgo sionista de la necesidad de hacer un esfuerzo más concertado para llegar a un entendimiento con los árabes.
Chaim Weizmann
Chaim Weizmann consideró la tarea suficientemente importante para ir con una comisión sionista a Palestina para explicar los objetivos del movimiento a los árabes. Weizmann primero fue al Cairo, en marzo de 1918, y se reunió con Said Shukeir, el Dr. Faris Nimr y Solimán Bey Nassif (nacionalistas árabes sirios que habían sido escogidos por los británicos como representantes). Él reafirmó el deseo (de los judíos) de vivir en armonía con los árabes en una Palestina británica.
La diplomacia de Weizmann fue exitosa. Nassif dijo que "había lugar en Palestina para otro millón de habitantes, sin afectarla posición de los que ya se encontraban allí". El Dr. Nimr diseminó información a través de los periódicos del Cairo a fin de disipar los errores del público árabe sobre los objetivos sionistas.
Winston Churchill
En 1921, Winston Churchill intentó concretar una reunión entre palestinos y sionistas. El 29 de noviembre de 1921, las dos partes se reunieron, pero no se logró ningún progreso porque los árabes insistían en que la Declaración de Balfour fuese abrogada.
Weizmann presidió un grupo de sionistas que se reunió con el nacionalista sirio Riad al-Sulh en 1921. Los sionistas convinieron en apoyar las aspiraciones nacionalistas árabes y Sulh les dijo que estaba dispuesto a reconocer la existencia del hogar nacional judío. Las conversaciones se reanudaron un año después y suscitaron esperanzas de que se llegara a un acuerdo. Sin embargo en mayo de 1923, los empeños de Sulh de convencer a los líderes árabe-palestinos de que sionismo era un hecho consumado fueron rechazados.
A lo largo de los próximos 25 años, los líderes sionistas, dentro y fuera de Palestina, intentarían en repetidas ocasiones negociar con los árabes. De la misma manera, los líderes israelíes han procurado, desde 1948, suscribir tratados de paz con los estados árabes, pero Egipto y Jordania son las únicas naciones que los han firmado.
Tratado de paz de Egipto e Israel.
Tratado de paz de Jordania e Israel.
Fuente:
Extracto del libro Mitos y Realidades de la Jewish Virtual Library.
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