El presidente del Parlamento, Yuli Edelstein, boicoteará la visita que el jefe del Estado francés, Francois Hollande, tiene previsto realizar al país dentro de tres semanas, en respuesta a su negativa a pronunciar un discurso ante la cámara legislativa.
"Quien que no da muestras de respeto hacia la Kneset (Parlamento) no merece tampoco su respeto", escribió Edelstein (de la formación Likud-Israel Beitenu) en su página de la red social facebook, tras conocer que Hollande había decidido declinar su invitación.
Se trata de un gesto que el Parlamento concede a selectas personalidades extranjeras, y que en un principio el presidente francés aceptó, pero que ayer rechazó con la excusa de que prefería hablar con jóvenes universitarios, tal y como lo hizo el presidente estadounidense, Barack Obama, a principios de año.
Según Edelstein los casos no son comparables porque Obama vino poco después de las últimas elecciones legislativas y la cámara no estaba completamente preparada, lo que no es el caso en estos momentos.
"Los líderes internacionales no pueden menospreciar a la Kneset, el parlamento elegido del Estado de Israel, e ignorarlo. Como presidente estoy decidido a proteger la dignidad de nuestra nación y de nuestros diputados", manifestó Edelstein.
Su indignación se origina en el temor de que, al igual que Obama, Hollande prefiera hablar directamente con los jóvenes para tratar de convencerles de posturas no respaldadas por el parlamento, controlado por una derecha desconfiada de las iniciativas de paz actuales con los palestinos.
El presidente francés sí confirmó, por el contrario, que visitaría el Parlamento para entrevistarse con su presidente, según el protocolo diplomático para estos casos, una oferta que Edelstein dice haber rechazado para no ofender a los otros 119 diputados.
"Si Hollande prefiere hablar con universitarios, imagínense cómo se sentirían esos diputados si viniera solo para verme a mí y sacarse una foto", manifestó a Galei Tzáhal (la Radio Militar).
Según el diario Yediot Aharonot, Edelstein no solo boicoteará la visita de Hollande, sino que no expedirá invitaciones a ningún otro representante oficial del Estado francés, incluidos su embajador y ministros visitantes en el futuro.
"Hay muchos actos en las universidades. Estoy seguro que los funcionarios franceses estarán muy ocupados tratando de hacerse tiempo para visitar el Parlamento", agregó con ironía.
Los anteriores presidentes franceses, Jaques Chirac y Nicolas Sarkozy, sí pronunciaron discursos ante la Kneset cuando visitaron el país, como también lo hicieron los presidentes de EEUU, Bill Clinton y George Bush; y los jefes de gobierno de Alemania, Italia y Gran Bretaña.
Una funcionaria que trabaja en la Kneset desde hace dos décadas subrayó que la invitación a hablar ante la cámara es un privilegio reservado exclusivamente a los líderes de países amigos.
Un portavoz de la embajada francesa en Tel Aviv se sorprendió, en declaraciones al Jerusalem Post, de la reacción de Edelstein, según dijo porque el programa de la visita de Hollande no está aún terminado.
"No hay necesidad de esta reacción (...) Estamos en contacto para encontrar el mejor momento para que (Hollande) vaya", aseguró la fuente. EFE y Aurora.
http://www.aurora-israel.co.il/articulos/israel/Diplomacia/54505/
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